Anoche fue la última jornada de la sexta edición del festival Santa Blues de Tenerife (SBT) y la velada no defraudó en absoluto. Comenzó abriendo el espectáculo la increíble voz de Tina Riobo, tinerfeña de padres guineanos, acompañada de unos músicos de la tierra como son Alfonso Santaella a la guitarra, el bajista Felu Morales, Juan Carlos León Mosco al saxo, Eduardo Rojo en los teclados y José Miguel Méndez Churchi en la batería.
Se notaba que estaba bastante nerviosa y no se le puede reprochar ya que, según comentó la propia cantante, era la primera actuación como solista y se sentía muy orgullosa de estrenarse en su ciudad y ante su público. Su actuación fue bastante corta aunque pudimos disfrutar de las interpretaciones de todos los músicos que se encontraban en el escenario, destacando a título personal a Mosco que hizo vibrar al público con su interpretación al saxo.
Después llegó el gran Kenny Neal que desde un comienzo mostró su gran sonrisa y una gran presencia en el escenario. Interactuó muchísimo con el público y los allí presentes pudimos disfrutar de la interpretación que hicieron él y su banda de los distintos temas que se fueron sucediendo. Un detalle curioso es que todos los componentes, excepto el batería Bryan Morris, son familiares directos. Sus hermanos Frederick Neal al teclado y el bajista Darnell Neal, y su sobrino Tyree Neal a los teclados.
En cuanto a las anécdotas, se nota que la guitarra que usa Kenny Neal es su favorita porque el cuerpo está muy desgastado por el uso. Tyree Neal, en un momento de la actuación, tomó el relevo y la guitarra de su tío y tocó dos temas como líder. Lo curioso es que este chico es zurdo y tocó la guitarra como viene siendo habitual con el mástil a la derecha pero con la particularidad de tener las cuerdas colocadas en orden inverso. Kenny Neal, además de tocar la guitarra también pudo demostrar su destreza con la armónica y hasta con el bajo de su hermano Darnell, con potentes y rápidas técnicas de splapping y popping.
Otra cosa, el bajo que usó Darnell es un Ibanez, la misma marca que el mío, aunque el de él tenía cinco cuerdas y tocó infinitamente mejor de lo que yo podría llegar a tocar. No en vano, lleva desde su adolescencia tocando con su hermano en una banda, así que ha tenido tiempo de practicar y mejorar su técnica. ¡Qué envidia!
Por cierto, se ve que ayer instalaron en el escenario una máquina de humo o bien no había funcionado el primer ni el segundo día. En más de una ocasión se pasaron con el dichoso aparato, tanto que hasta se hacía imposible ver a los músicos en el escenario. De hecho, el bajista tuvo que pedirles a los encargados de darle al botón que dejasen ya de echar humo.
Un punto negativo es que en los tres días de conciertos a los que he asistido el público no ha demostrado demasiado interés por pedir un bis a los artistas, no sé si será porque no están acostumbrados a hacerlo, porque estaban allí por pasar el rato o simplemente porque no les interesaba un carajo…
Otro punto negativo es la celebración del Día de la Música coincidiendo con el Santa Blues y con el concierto de Muchachito Bombo Infierno. No digo que sea malo tener una gran oferta entre la que elegir, pero como decían algunos asistentes, lo meten todo en un día y después Santa Cruz se queda muerto el resto del verano. Es algo a tener en cuenta, la verdad.