Noche de conciertos

Ayer fui al concierto que dio Ann Hampton Callaway junto al Hervé Sellin Trio y la Orquesta Sinfónica de Tenerife. Tenía la entrada reservada desde hacía casi una semana justo en la tercera fila y no defraudó en absoluto. Lo más curioso de todo el espectáculo fue cuando Ann solicitó al público que le dijese palabras o frases acerca de Tenerife mientras las iba apuntando en una hoja. Se sentó al piano y a la vez que tocaba una melodía improvisó la letra con lo que tenía apuntado. Lo más gracioso de todo fue cuando le dijeron «gofio» y ella entendió «Prokofiev» que al final, a pesar de intentar aclarar la confusión se quedó con el nombre del compositor de manera definitiva.

Después de salir del Auditorio, como tenía algo de hambre, fui a buscar el coche y decidí ir a cenar a un pequeño bar llamado Herchi, que se encuentra en la Plaza Militar justo en la confluencia entre las calles La Salle y Ramón y Cajal. Son los mejores perritos calientes que he tenido el placer de comer en toda mi vida. Eso sí, prepara un buen par de servilletas porque son muy exuberantes.

Como sabía que anoche comenzaba el festival Santa Blues seguidamente me dirigí a las inmediaciones de la calle La Noria donde, justo a los pies de la Iglesia de La Concepción se encontraba el escenario montado. El guitarrista Larry McCray y su grupo estaban haciendo de las suyas frente a un público bastante numeroso. No lo conocía y me dejó muy buenas sensaciones, con su buena voz y gran virtuosismo con la guitarra. De hecho, una vez terminado el concierto, tanto él como los miembros de la banda tuvieron la amabilidad de salir por el backstage para firmar autógrafos y discos.

Subiendo de nuevo por La Noria escuché el sonido que surgía de uno de los pubs de allí, el Mojos y Mojitos, y decidí entrar sólo por curiosidad. Me alegro de haberlo hecho porque había un concierto de un grupo de cuatro integrantes que interpretaban versiones de canciones conocidas como Sting, Tina Turner, Michael Jackson o Bob Marley, por poner algunos ejemplos. No conozco el nombre de esta agrupación a pesar de haber estado buscando información por ahí, pero prometieron volver el próximo jueves 8 de julio de nuevo en el mismo lugar, así que intentaré asistir.

Ya a altas horas de la madrugada, después de más de cinco horas de música en vivo, me dirigí de nuevo hasta el coche con la idea de repetir de nuevo esta noche, en el mismo escenario de La Noria con la cantante Sandra Hall.