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No, este post es el número 1112 de Liberitas, ¿pero a que queda bonito?

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Pues nada, 1111 tonterías, y con este post otra más para sumar ^_^.

Vinicius de Moraes y Toquinho – Insensatez

Creo que no hace falta traducción, ¿o sí?

Pies

feetPara mí los pies son una parte importantísima de nuestra anatomía, sobre todo teniendo en cuenta que somos animales bípedos y toda nuestra biomecánica se sostiene en estos dos puntos de apoyo. Cualquier problema a nivel podal tiene repercusiones inimaginables en el resto de la estructura corporal que se encuentra por encima, vamos, prácticamente todo el cuerpo. Creo que a veces no les prestamos suficiente atención a nuestros pies, los maltratamos, los hacemos sufrir, de manera intencionada o no, por cuestiones prácticas o bien estéticas.

Al caso, ¿qué clase de pie tienes tú? Existen tres tipos «puros» de pie:

  • El pie egipcio: se llama así porque en las estatuas de la época de los faraones se observa que el dedo gordo es el más largo y el resto sigue un orden decreciente. Por lo visto es un pie biomecánicamente desfavorable, porque es el más predispuesto al hallux valgus [juanete] y a la artrosis metatarsofalángica debido a la mala distribución de la fuerza de apoyo del antepie.
  • El pie griego: otra vez haciendo alusión a la escultura, las estatuas helénicas presentan el segundo dedo más largo que el resto de los dedos, seguido en longitud por el primero y tercero, siendo los más pequeños el cuarto y el quinto. Este pie tiene un reparto de fuerza de apoyo más favorable.
  • El pie polinesio: recibe este nombre porque es el tipo de pie que aparece reflejado en los cuadros de Gauguin, que pasó una larga temporada en Tahití, un archipiélago polinesio. Se observa en la población de los archipiélagos del Océano Pacífico. En este pie todos los dedos son de dimensiones similares, por eso también recibe el nombre de pie cuadrado.

No sé por qué, pero los pies griegos no me gustan demasiado para las chicas, quizás porque siempre se ha dicho que tener el segundo dedo más largo que el primero es señal de una personalidad fuerte. Según mi experiencia, no conozco a ninguna chica con pie griego que no cumpla con esta teoría, así que algo tiene que haber de cierto en ella.

5 cosas que contarte

memeSoy un jodido despistado y dejado de la vida, lo sé y lo reconozco. Desde el 20 de diciembre tengo un meme pendiente por completar y es hoy cuando me pongo a hacerlo, vaya fundamento que tengo. Bueno, lo dicho, una lista de cinco cosas que muy poca gente conozca y que no haya publicado en mi blog o en cualquier otra página.

  1. Al nacer quedé un poco atascado en el canal del parto de mi madre, quizás por los casi 5 kilos que pesaba, un gordito innato. Este atasco me produjo una pequeña hipoxia cerebral, que no llegó a males mayores porque me sacaron con fórceps dejándome como resultado la clavícula izquierda fracturada. Las secuelas de la hipoxia fueron ligeras, siempre fui el típico niño que se tropezaba con todo y acababa en el suelo a la mínima. De funciones cognitivas salí bien parado, nunca me ha costado estudiar ni aprender, así que puedo decir que una virtud por un defecto.
  2. Soy un maniático perfeccionista, si sé que yo lo puedo hacer mejor que otra persona no delegaré jamás una tarea. Esto me ha proporcionado discusiones importantes con distintas personas por el hecho de no dejarles hacer las cosas, pero bueno, es algo con lo que tengo que vivir. Supongo que intentar hacer las cosas lo mejor posible tiene su lado bueno, así como su lado malo.
  3. No soy un experto, pero puedo decir que sé más de sujetadores que la majoría de los tíos. Me hace gracia cuando la gente se pone hablar de la talla de sujetador, que si 85 o 90, más que nada porque esa medida hace referencia al perímetro de la caja torácica. Lo realmente importante es la copa del sujetador, lo que contiene los pechos. Una nadadora puede tener fácilmente una talla 95 o más simplemente por la hipetrofia de sus musculatura y sin embargo tener una copa B, vamos, estar plana. En el extremo opuesto, una chica con una talla 80 o menos puede tener una copa D, vamos, una exageración anatómica comparativa.
  4. Desde pequeño siempre tuve claro que quería estudiar Medicina, hasta que fui a la jornada de puertas abiertas de la ULL y supe cuántos años tenía que estudiar. Después de eso decidí hacer otra carrera sanitaria, preferiblemente Fisioterapia, así que fui a la charla y me enamoré. Desde entonces mi único objetivo fue conseguir una media alta para poder entrar a la carrera. En Bachiller saqué un 8.00 de media, y como no me gustó pues me puse a estudiar para Selectividad y saqué un 9.341. Lo mejor fue poder restregarle en la cara esa puntuación a la repelente de mi clase, que consiguió matrícula en Bachiller porque le inflaron las notas descaradamente. ¡Es que odio las injusticias!
  5. Tengo complejo de profesor, me encanta enseñar de todo a todo el mundo. De pequeño, cuando decía «¿Sabes que…?» era la señal de alarma para mis padres y familiares de que iba a decir algo que había leído en la revista Muy Interesante o había visto en algún documental. Hoy en día sigo enseñando cosas, sólo que la diferencia de entonces a ahora es que antes me escuchaba todo el mundo y ahora muy pocos lo hacen, ¡pero el resto se lo pierde!

Ala, ya está. No quiero comprometer a nadie para que haga este meme, así que si alguien lo lee y decice hacerlo, que deje caer un comentario, un pingback o un trackback. Por cierto, hay muchas más cosas que podría contar, pero he contado lo menos privado y comprometido ;).

Falta de entrenamiento

lactic acidAhora mismo tengo DOMS [dolor muscular de aparición tardía, agujetas] en ambos pectorales mayores y ambos piramidales. ¿La razón? El ejercicio intenso combinado con la falta de entrenamiento. Los pectorales los aguanto, pero es que los piramidales me están matando.

Aquí a la izquierda tenemos al amigo ácido láctico, al que se le achacaba el ser el caustante de las agujetas. Se decía que los cristales de ácido láctico eran los culpables, pero después se demostraría que ni a -5 ºC se forman cristales. Luego vendría la teoría de las microrroturas y ahora por último se tiende más a la remodelación intramuscular.

Sinceramente, la causa a nivel fisiológico es irrelevante desde el punto de vista de lo que molestan. Hay que practicar deporte [o actividad física intensa] más a menudo, lo sé. También sé que la manera de mejorar es volver a practicar la misma actividad física que causó las agujetas. ¡Si la teoría se sabe, lo que falla es la práctica!

Actualización 15/01/06 @ 18:12

El nombre de «dolor muscular de aparición tardía» no es gratuito, vaya que no. Ahora me joden los glúteos mayores, los glúteos medios y los adductores mayores de ambos miembros inferiores. Espero que esto no se siga extendiendo al resto de la musculatura, estoy que ni me puedo menear.

Very Low Battery

El otro día me dio una bajona impresionante cuando mi iPod llegó al límite mínimo de batería. Sí, se conecta al puerto USB y se deja cargar, ¿pero cómo te quedarías si ni así logras que vuelva a la vida? Lo tenía conectado al USB y me salía un mensaje así:

very low battery

A los 5 minutos aparecía la pantalla de inicio del iPod, esa con el fondo negro y la manzanita plateada, y ahí se quedaba durante 15 minutos más, iluminada y sin mostrar nada. Después de un tiempo se apagaba, se reiniciaba y volvía a salir el mensaje de «Very Low Battery», y otra vez a volver a empezar. Con la ayuda de Google encontré varias soluciones posibles, desde usar un puerto USB directo en lugar de uno de los frontales que tiene mi carcasa, usar el cargador de corriente o simplemente mandarlo al servicio técnico.

Yo, que no pierdo la esperanza fácilmente, seguí intentándolo conectándolo a los puertos traseros, incluso lo conecté al puerto del iMac de mi hermana, pero nada. Intenté conseguir el cargador de corriente, pero ni me quiero acordar de esa conversación… Al día siguiente, antes de irme a trabajar, lo volví a intentar y, como en la mayoría de los casos de descubrimientos importantes, de casualidad di con la solución:

Conectar el iPod al puerto USB, da igual que sea frontal o no, y dejar que se cargue lo suficiente como para que salga la pantalla de inicio, la del fondo negro y la manzanita. Dejarlo conectado durante 5 minutos más o menos y luego desconectarlo del puerto. No hacer nada con el iPod, ni reiniciarlo ni nada, dejarlo ahí a su bola hasta que le dé la gana de mostrar el menú. Una vez aparezca, volver a conectarlo al puerto USB y cargarlo como siempre.

La sensación que se te queda después de solucionar un problema se sale, siempre y cuando la solución sea favorable para ti mismo. De aquí podemos sacar una enseñanza filosófica-metafísica: ¡siempre soluciones constructivas, nunca destructivas!