Cada segundo se crea un nuevo blog

Cada segundo aparece en el mundo un nuevo cuaderno de bitácora virtual, según los datos manejados por Technorati, un motor de búsqueda de «blogs», como se conocen estas páginas en inglés, que indican que al día se crean más de 80.000 diarios personales en la red. Dave Sifry, fundador y presidente Technorati, informó de que su empresa rastreó este mes más de 14,2 millones de estos diarios personales en internet, frente a los 7,8 millones que había en marzo. La facilidad con que en la actualidad se crean estos diarios virtuales, gracias a las herramientas ofrecidas por las páginas que los hospedan, han provocado una «explosión masiva», en palabras de Heather Hopkins, de Hitwise, empresa que rastrea las visitas a blogs. «Se han convertido en muy fáciles de entender y, sin ninguna duda, el hecho de leer el diario de otra persona tiene algo de voyeur», señaló. Sin embargo, el estudio de Technorati también revela que, aunque el número de blogs se ha duplicado en tan sólo cinco meses, sólo la mitad siguen «activos», es decir, han sido actualizados en los últimos tres meses. Un trece por ciento se actualizan semanalmente o más a menudo.

Desdicha

Vaya desdicha la mía… Estoy triste, todo por ti. Siempre puedes decir que si estoy así es por mi culpa, pero me parece una manera un tanto cobarde de afrontar las cosas, ya que siempre es fácil echar la culpa a otro y seguir adelante sin poner atención. ¿Pido demasiado? Creo que no, tal vez compenso lo que no pido en otros aspectos con este, de ahí que parezca más de lo que es. No tengo la culpa de ser así, igual que tú tampoco la tienes de ser como eres…

Uno por el otro y la casa sin barrer…

Some kind of dream

Lo pienso pero no lo digo, pues siempre será mejor que decirlo sin pensar. ¿Qué más da? A veces creo que me importa, otras me engaño y me da igual. Después de todo, pocas cosas cambian, y mucho menos las personas. ¿Quise cambiar algo? Ya da igual, tanto si lo es como si no, nada importa. Lo que queda es lo que es y lo que se recuerda es lo que fue. Mejor no vivir en el pretérito del ahora, aunque no sé qué es mejor ante la perspectiva del condicional, tiempo al fin y al cabo, lo que todos ansiamos y a todos se nos escapa.

Vale, pongamos que es el sueño, por ejemplo… Ya tenemos excusa, una especie de eufemismo para encubrir lo que no es «correcto» pero, ¿a los ojos de quién? Bah, el pesimismo flota riéndose a mi alrededor, y no quiero que derrumbe el muro de mi optimismo, lleno de grietas pero que se mantiene aún, esperando el toque de gracia… Mejor no aprender, pues la ignorancia es un don que se ve acosado por el ímpetu de la curiosidad. Llegados a este punto, ¿qué hacer? Ni lo supe, ni lo sé, ni lo sabré… Tú tienes la última palabra.

Escribe

¿Cuándo volverás a escribir tus pensamientos? Ya echo en falta, o más bien, siento el síndrome de abstinencia por no leer tus palabras. Se me hace duro… Y por si fuera poco, te echo de menos…

Censura presencial

Es curioso cómo, al tener a alguien al lado, nos censuramos y no nos expresamos como querríamos hacerlo. Nos vemos impedidos, coaccionados a seguir una rectitud y una corrección que no nos es innata a la hora de comunicarnos con otras personas, sobretodo cuando se trata de transmitir sentimientos. Es más, si la otra persona tiene en conocimiento la presencia de alguien extraño también se siente intimidada por la situación y ve necesario el medir sus palabras para no poner en un aprieto al interlocutor.

Esto sucede en comunicaciones telefónicas, por ejemplo, cuando hay más personas en la misma habitación, y más comúnmente en la actualidad con los servicios de mensajería instantánea. Definitivamente, la privacidad es adecuada y necesaria, al menos en la mayoría de los caso en los que se intente realizar una transmisión de información, sobretodo de contenidos sentimentales.

Tras 150 años, resuelven el enigma de un reloj japonés

man nen dokei El «man nen dokei» sólo mide 60 centímetros de alto y pesa 38 kilos, pero ha dado muchos quebraderos de cabeza a decenas de investigadores. Se trata de un complejo reloj concebido en Japón en 1851 y cuyo mecanismo ha sido por fin comprendido.

Nacido de la imaginación de Hisahige Tanaka, fundador del grupo Toshiba, el «man nen dokei», literalmente el «Péndulo de 10.000 años», es a primera vista un objeto de arte, decorado con materiales preciosos minuciosamente tallados y pintados.

Pero sobre todo es un prodigio de la técnica, cuyo complejo mecanismo no pudo ser comprendido por tres equipos de investigadores, a mediados del siglo pasado. La cuarta tentativa, lanzada en marzo del 2004 por Toshiba -propietaria del artilugio- y el Museo Nacional de las Ciencias, ha sido la buena.

«Los ingenieros, profesores e investigadores han comprendido por fin, este año, cómo funciona el fantástico mecanismo» del «man nen dokei», capaz de desgranar el tiempo a un ritmo preciso durante 10.000 años, se felicitó Junchi Nagaki, potavoz de Toshiba.

El péndulo, que puede permanecer en marcha durante todo un año con sólo darle cuerda una vez, ha dado lugar a numerosos textos. Su precisión es tal que incluso las técnicas actuales difícilmente pueden superarlas.

Las seis caras del reloj ilustran el paso del tiempo a la manera de un reloj occidental, siguiendo las fases lunares, según los días de la semana, al ritmo del calendario anual lunar japonés, por las horas del día en cuatro bloques de seis cada uno, y finalmente conforme a los signos del zodiaco asiático.

Un equipo de más de 50 expertos de la firma japonesa de electrónica Toshiba y la relojera Seiko, y de investigadores del Museo y la Universidad de Tokio han trabajado durante un año e invertido más de 100 millones de yenes (unos 750.000 euros) para analizar el péndulo, a través de las técnicas más o menos sofisticadas.

Fue examinado con rayos X, reproducido virtualemente con un ordenador, y hasta descompuesto pieza por pieza, por muy pequeña que fuese… todo para poder copiar sus engranajes. Y finalemnte lo lograron. Una primera réplica será expuesta en la Exposición universal de Aichi (centro), del 25 de marzo al 25 de septiembre.

(Extraído de Focos de Interés)