Aquí abajo en el suelo (y II)

El problema de estar aquí en el suelo es que no sabes qué ocurre ahí arriba en el cielo. ¿Con quién compartes tu cama de nubes? ¿Quién te mira y te toca cuando te quitas tu vestido de estrellas? ¿Quién comparte tus momentos de oscuridad cuando se va la luz de la luna? Aquí abajo en el suelo tan sólo estoy acompañado de mi soledad, y lo único que puedo hacer es hablar solo con los dos. Pienso muchas cosas, pienso en ti, en mí, en todos los que vuelan ahí arriba contigo…

Recuerdo cada uno de los momentos en los que bajas hasta aquí debajo, me tomas de la mano y remontas el vuelo conmigo a tu lado, abrazado a ti. Todos ellos me odian, porque al fin y al cabo me envidian, envidian que esté en tu compañía, que me apropie del lucero que ilumina el firmamento. También los envidio a ellos, porque tienen alas y pueden volar a tu lado. Podría decir que ellos no conocen tu piel como yo, pero no lo sé. Es lo que ocurre cuando vives aquí abajo en el suelo, la incertidumbre, la duda, acaba siendo una compañera perpetua.

Sobrevivo al frío que hace aquí abajo tan sólo porque recojo cada una de las plumas que caen de tus alas, las tomo mientras caen flotando desde las alturas, y las guardo en mi rinconcito para abrigarme con ellas y dormir rodeado de tu aroma, recordando momentos mejores y sumido en sueños agradables que me hacen olvidar lo lúgubre que es la vida en el suelo.

Me marcho a dormir, tan sólo deseando aparecer fugazmente entre tus sueños, ya que siempre estás presente en los míos.

Aquí abajo en el suelo

Siempre estás ahí arriba, compartiendo el cielo con las aves, flotando grácilmente con tus alas negras. Mientras, yo sigo aquí abajo en el suelo, observando cómo los pájaros alzan en vuelo hacia su destino, volando alto y libres, soñando y deseando poder ser uno de ellos, sólo para estar a tu lado.

Aquí abajo, en el suelo, deseando algo más, algo mejor. Un día encontrarás que tengo alas en mi mente, que me llevarán alto hasta ti, por fin, después de tanto sufrimiento. Mientras tanto, si por casualidad miras hacia abajo, si prestas atención algún día a éste que está aqui, si escuchas algún ruido a tus pies, en el suelo, espero que sepas que tan sólo soy yo, intentando volar hasta ti.

Esta noche

No te preocupes, esta noche hablo contigo, que tengo ganas…

Cómo decirte suavemente… No tengo palabras dulces ahora mismo, no tengo… Ayer estuve contigo, pero no estabas a mi lado. Te besé, pero no te saboreé. Te toqué, pero no te acaricié. Te sentí, pero no me deleité. Ayer estabas cerca pero estabas lejos. Nuestros ojos bailaban, nuestros corazones hervían, nuestras manos temblaban, nuestros labios sufrían…

Nos miraban, odiaban, criticaban, envidiaban… Lo sé, lo sabes, pero nos daba igual. Solos, los dos, rodeados por la multitud, exigiendo desaparecer y encontrar un ricón de intimidad. Esta noche no es como ayer, no estás ni tan cerca ni tan lejos. Estás en la imensidad de mi ser, perdida en el rinconcito de mi corazón. Dónde estaré yo, sólo lo sabrás tú.

Desde donde quiera que esté, te deseo buenas noches, dama nocturna.

Jazz me!

Pues sí, ahora me ha dado por escuchar jazz, pero no cualquiera, sino los 5 discos de «Bar Jazz» que hay hasta la fecha. Jazz elegante, suave, por así decirlo, los grandes éxitos de este estilo musical. Muchos pensarán que soy un poco raro por gustarme este tipo de música, pero en realidad ser raro significa ser diferente, no ser uno más de los que escuchan «mierdatón» o musiquita de terracitas. Eso para salir se puede soportar, pero en mi casa, que puedo elegir lo que realmente me gusta, por supuesto pondré buena música. Ya se sabe, para gustos…

Curtis Mayfield – Move on Up

Curtis Mayfield lyrics

Hush now child,
and don’t you cry
Your folks might understand you
by and by
Move on up
towards your destination
You may find
from time to time
Complications

Bight your lip
and take a trip
Though there may be
wet road ahead
You cannot slip
So move on up
and peace you will find
Into the steeple
of beautiful people
Where there’s only one kind

So hush now child
and don’t you cry
Your folks might understand you
by and by
Just move on up
and keep on wishing
Remember your dreams
are your only schemes
So keep on pushing
Take nothing less –
not even second best
And do not obey –
you must have your say
You can past the test

Move on up!


El último descubrimiento que he tenido ha sido esta genial canción de este pedazo de artista. Me encanta, así de simple, y todo por estar buscando otra canción «People Get Ready» del mismo autor.

Graduación (y II)

Hace media hora que me he despertado de la juerga de anoche, pero vamos por partes.

Primero los problemas con el portátil y la música de las presentaciones de la graduación, que no funcionaba, no tenían los archivos de sonido bien ubicados, etc. Luego el cañón deja de funcionar por momentos y luego se reanimó. El tostón de la charla de Carmela con el pastel de los créditos ECTS europeos. La charla de [V] y [J], muy graciosa, y muy entretenida. Las fotos de todos nosotros, la entrega de orlas, la Camerata Lacunensis, el Gaudeamus y el picoteo después.

A continuación Alcampo a comprar whisky, refrescos y cerveza. Luego a casa, ducha, cambio de ropa por una más cómoda, todos los colegas e [I] al Gato Goloso, cena. Ella se fue a su casa, [G] también se fue a la suya porque hoy tenía una mudanza, los demás a Santa Cruz, a la terraza del Muelle. Primero a comprar hielo y vasos, pero que no había hielo en ninguna gasolinera, sólo en la última del recorrido, la que está por debajo del Corte Inglés.

Aparcamos, fuimos a la zona de botellón. Durante el camino [M] intentó abrir una botella de Franziskaner «kristal» y sólo consiguió agitarla lo suficiente como para perder un tercio del contenido en espuma. Llegamos al punto 0, todo el mundo con la ropa de la graduación todavía, no pensaron en ponerse algo más cómodo y práctico. Todo muerto, nos fuimos a dar una vuelta, nos instalamos y empezamos a beber tranquilamente.

De pronto vemos movimiento, todos empiezan a entrar en la terraza. 20€ y barra libre hasta las 3:30. Nosotros por 20€ tenemos dos cervezas de 500 ml, una botella de Johnnie Walker etiqueta roja de 1 l, una botella de 7-up de 2 l y otra igual de Coca-cola. Por supuesto, yo paso de la botella de líquido negro y me voy al 7-up de toda la vida. Pasan por allí [M] con [F] diciendo que se van a La Laguna pero yo digo que cierra muy temprano el tenderete arriba y que vale más la pena estar allí en la terraza (no te vayas, quédate, aunque no estés conmigo, pero al menos te puedo ver…). Al final deciden quedarse, que no hay que pagar para entrar.

Llegan por allí [E] y [R], les invitamos a una copa, [R] y yo vamos al coche a buscar la botella de ron que tiene desde hace siglos en el maletero. Hablamos un rato, como 45 minutos hasta que [E] y [E] nos vienen a buscar preocupados porque no sabían dónde nos habíamos metido. Volvemos a donde estábamos bebiendo y nos encontramos con que [M] había tirado la botella de la otra cerveza que había comprado. Después de mentar a parte de su familia, seguimos bebiendo tranquilamente, sólo que él no tenía nada más y no quería tomar whisky. Luego aparecen [D] y [R], los dos locos alcoholizados. Estuvieron un rato, [D] vacilando con [E] y ella cortándole el lote, todo bastante gracioso, y luego se marcharon al Lounge Gabanna.

Terminamos de dar cuenta del alcohol que teníamos, y nos metimos a la terraza acompañados por [E] y [R] y justo paran a los dos hermanitos para pedirles el DNI. Vaya par… Entramos hasta la parte del fondo, donde se veía que estaba la gente de clase. Por allí andaba [T] en la barra pidiendo más alcohol, aprovechando la barra libre, [Y] con [M] y [F], y el resto de clase pululando con vasos en las manos. [R] me coge para bailar, un par de canciones, de vez en cuando miro a mi alrededor y veo a [M] observándome y me saca la lengua.

Me tocaron el culo indiscriminadamente, unas y otras, pero no quiero dar nombres. Sólo diré en mi defensa que yo también lo hice como venganza, y por qué no, también disfruté. Es lo que tiene, el alcohol, la noche, calor, trajes, curvas insinuadas… Aunque también es verdad que no hace falta poner excusas, cada cual hace lo que quiere por sus propios motivos.

Además, bailé con muchas de las chicas, pero todavía no me repongo del trauma de ver a [M] bailando reaggetón, y no es que bailase mal, en absoluto, bailaba muy bien, pero como no es el estilo de música que suele escuchar, además que se declara enemiga pública de ese estilo musical. Bailé con ella, me gustó mucho y creo que ella no lo sufrió demasiado.

Para acabar, una frase que creo que explica todo lo acaecido de manera muy adecuada:

«El baile es la expresión vertical de un deseo horizontal».