Reloj interno

Después de la farra de anoche me olvidé de poner el despertador para levantarme hoy temprano e ir al ensayo de mi graduación del sábado. La primera conclusión del día ha sido «tengo un núcleo supraóptico de puta madre». Esta mañana, he abierto los ojos y he pensado «joder, me olvidé de poner el despertador», pero no llegaba tarde, no señor, eran las 9:45. Mis ritmos circadianos están como un reloj suizo, siempre en hora.

A las 10 y algo llegué al campus de GuaHarvard, fui al Aula Magna y empezamos a ensayar. Terminamos sobre las 11:30 más o menos, luego fui con [R] y [E] a la cafetería… Eso sí es una cafetería y no la mierda que tenemos en Medicina. Un croissant de tortilla, queso y ali-oli después nos marchamos, con un sol de justicia y un calor que sólo invita a la playa, cada uno para su casa.

A ver qué tal sale el sábado todo… Seguiremos informando.

3 respuestas a «Reloj interno»

  1. Ups, lo siento. No era un sandwich sino un croissant y no tengo foto del susodicho. La próxima vez que pida uno le saco una foto con el móvil para deleite de todo el mundo 😀

    La preparación es fácil. Cogemos un croissant y lo abrimos de tal manera que conseguimos dos «tapas» para el experimento. Tomamos una tortilla española, que una vez partida en 8 triángulos, tomamos dos de ellos y los partimos a la mitad. Untamos las tapas de croissant de ali-oli, colocamos dos lonchas de queso amarillo sobre la tortilla caliente, cerramos, y lo ponemos en la plancha hasta que se caliente y quede algo tostadito por ambas caras, dando tiempo a que se derrita un poco el queso.

    Sólo queda comerlo acompañado de alguna bebida por si acaso nos enyugamos, ya que si la tortilla está muy hecha o si tiene poco ali-oli es probable que ocurra.

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