Hace ya tiempo que se estrenó en cines la película «El Efecto Mariposa», pero hoy Irene y yo la hemos visto en su ordenador. Sin duda está bastante bien por el tema de la historia, el pibe que tiene lagunas mentales impresionantes y que tiene como terapia escribir diaros con todo lo que recuerda día a día (no sigo contando porque despiezo la película). Sin duda el nombre de la película tiene su lógica, de cómo pequeños cambios pueden producir efectos gigantescos, y sin duda es parte de la famosa teoría del Caos. Muchos pensarán que el caos como tal no puede tener una teoría ya que iría en contra de su propio significado caótico, pero sí, la tiene.
Feigenbaum (uno de los padres del caos) dice: «El caos observa que realmente existen movimientos sin orden. Gracias a la teoría del caos, hemos comprendido que puede haber movimientos erráticos que no son aleatorios, sino que responden a reglas fijas. Sí, efectivamente son fenómenos sin orden aparente -como por ejemplo el clima planetario- cuya motivación causal puede ser incomprensible y cuyas leyes se nos escapan, pero en absoluto son fenómenos derivados del azar». Viene a decirnos que dentro del caos hay ciertas reglas, y sin duda no está regido por el azar.
Sin embargo, la más famosa explicación de la teoría del Caos es el efecto mariposa, descrito por el meteorólogo Lorenz: «El movimiento de una simple ala de mariposa hoy produce un diminuto cambio en el estado de la atmósfera. Después de un cierto período de tiempo, el comportamiento de la atmósfera diverge del que debería haber tenido. Así que, en un período de un mes, un tornado que habría devastado la costa de Indonesia no se forma. O quizás, uno que no se iba a formar, se forma.» (…) «Hay mariposas en todos sitios. Pero ¿quien ha de decir que sus movimientos de alas se cancelan unos con los otros?». Entonces las mariposas aparte de ser creadoras de catástrofes también pueden impedirlas. Es decir, con pequeños cambios en un sistema podemos provocar un caos, pero tal vez un conjunto de dichos cambios pueden evitarlo. Resumiendo, cualquier pequeño cambio, por insignificante que parezca puede tener efectos totalmente inesperados, ya que no todos los sistemas son lineales.
Pongamos que un sujeto A sale de su casa para ir a trabajar, son las 7:30 de la mañana y todavía está un poco dormido. Va hasta el kiosco de la esquina y le pide el periódico al señor, pero en ese instante da un gran bostezo. Paga su periódico y se va a su coche para marcharse, en eso que llega una jovencita al mismo kiosco para comprar un donut, en eso que el dueño bosteza, le cobra a la chica el donut y continúa a lo suyo. La chica, que tiene que darse prisa para llegar a tiempo para pillar la guagua, pasa justo al lado de un barrendero, que la mira justo en el instante en que la chica bosteza. El barrendero continúa con lo que estaba haciendo sólo que bosteza justo cuando pasa por allí una mujer paseando al perro. El perro se detiene momentáneamente a ladrarle al barrendero, pero después de unos cuantos tirones a la correa, la dueña consigue que siga caminando. Como todos sabemos, los bostezos son contagiosos, y justo cuando bosteza la señora un camión cargado de productos químicos para por allí. El camionero, que lleva desde las 5 de la mañana transitando con su camión, se pega un bostezo enorme sin darse cuenta que se dirige directo contra una farola. El camión golpea la farola, da un giro y cae desperdigando por todos lados el producto químico, que por suerte está empaquetado. Más tarde, uno de esos paquetes es encontrado por un niño de camino al colegio, lo mira extrañado pero como no lo encuentra interesante lo tira desde el puente hasta el río que pasa por la ciudad.
Aguas arriba, una empresa textil vierte al río como cada día aguas residuales, salvo que existe un problema, y es que esos productos hacen reacción con aquel paquetito que el niño tiró al río contaminando litros y litros de agua. Casualmente, río abajo hay una presa de la que se extrae el agua que usan los agricultores para regar sus campos ajenos al todo lo que ha pasado en la ciudad. La hortalizas, frutas y verduras crecen normalmente, y llegado el tiempo de cosecharlos, se recogen y se envían a las tiendecitas locales. Al poco tiempo, la gente empieza a acudir al médico acusando dolores, vómitos, diarreas, dolores de cabeza. Los médicos se verán desbordados con tantos enfermos y empezará la gente a morir. Como consecuencia, se declara el estado de emergencia y más de la mitad de la población muerta, todo por un bostezo.
Así queda explicado el efecto mariposa.