No te preocupes, esta noche hablo contigo, que tengo ganas…
Cómo decirte suavemente… No tengo palabras dulces ahora mismo, no tengo… Ayer estuve contigo, pero no estabas a mi lado. Te besé, pero no te saboreé. Te toqué, pero no te acaricié. Te sentí, pero no me deleité. Ayer estabas cerca pero estabas lejos. Nuestros ojos bailaban, nuestros corazones hervían, nuestras manos temblaban, nuestros labios sufrían…
Nos miraban, odiaban, criticaban, envidiaban… Lo sé, lo sabes, pero nos daba igual. Solos, los dos, rodeados por la multitud, exigiendo desaparecer y encontrar un ricón de intimidad. Esta noche no es como ayer, no estás ni tan cerca ni tan lejos. Estás en la imensidad de mi ser, perdida en el rinconcito de mi corazón. Dónde estaré yo, sólo lo sabrás tú.
Desde donde quiera que esté, te deseo buenas noches, dama nocturna.