«La palabra pecado, se inventó para despistar al débil, asustar y confundir al niño, y rendirse de por vida al miedo y al dolor»
No sé quién escribió esta frase, pero está cargada de verdad. El pecado es un invento moral de la Iglesia, un yugo impuesto por la empresa con más beneficios y más antigua de la historia. Sin embargo, en estos últimos años no ha tenido tantos ingresos y se están poniendo nerviosos, con el último comunicado por ejemplo. Como el Gobierno quiere quitar la enseñanza religiosa obligatoria de nuestras escuelas, el Vaticano ha puesto la voz en el cielo, y el Papa (hiper-dopado con células madre, esas que la Iglesia no permite), como un muñeco de ventrílocuo, ha criticado la decisión del presi Zapatero. Creo que no se había enterado que desde que Franco estiró la pata la población española se ha vuelto progresivamente antieclesiástica.