Morosos

debtSi hay algo que es superior a mí es andar cual cobrador del frac pidiendo lo que se me debe. Es me da una vergüenza extrema, pero no por mí, sino por la otra persona, lo que se conoce como vergüenza ajena. Será que a mí me gusta tener las cuentas claras, y no sólo en lo monetario sino en cualquier débito que tenga.

De todas maneras, también depende de la persona. Por ejemplo, una promesa de devolución vale más o menos, tiene más credibilidad o menos, dependiendo de la persona que la haga. No obstante, hasta que no tengo en mis manos lo que se me debe no puedo borrar la deuda.

Anoche soñé contigo [otra vez]

playa

Anoche volví a soñar contigo, era de noche y estábamos en la Playa del Inglés [Valle Gran Rey, La Gomera], tumbados boca arriba sobre una de las toallas enormes que tengo para la playa. Mirábamos el cielo estrellado en silencio, escuchando el sonido de las olas rompiendo en la orilla, las pardelas graznando a lo lejos y tu respiración tan próxima a la mía.

Te dije la frase que siempre he querido regalarte y tu respuesta más inmediata fue un suspiro cargado de emociones. Te giraste hacia mí, me abrazaste y me dijiste al oído una frase que, aunque haya salido de mi imaginación, ojalá me dijeras algún día:

Deja de soñar despierto, cierra los ojos y hazlo realidad.

Y me regalaste un beso tan intenso… Me desperté unos minutos antes de que sonase el despertador, y esta vez no me dormí de nuevo para buscarte entre mis sueños porque sabía que era imposible.

Tiempo

tiempoCon el vacilón del cambio al horario de verano se me ha escapado una hora de mi vida. Por si fuera poco, cuando pienso que podría haber pasado esa hora contigo no consigo sino acrecentar el sentimiento de pérdida que me embarga. Porque es tu pelo, porque son tus labios, porque son tus ojos, porque eres toda tú la que tiene mi mente y mi corazón secuestrados. Tengo miedo, no te lo voy a negar, miedo de que tomes esa frágil parte de mí que me apega a la vida y la rompas en mil pedazos dejándome desnudo de ti y de ganas de vivir. Mi mente lucha contra mi corazón, porque no sé por qué se abandona tan fácilmente a tus besos y caricias. Y cuando no los tiene, mi víscera emocional suspira por ellos y sangra lágrimas amargas como la hiel.

Sólo tus manos pueden mecerme y darme caricias, y sólo ellas pueden estrecharme hasta exhalar mi último suspiro. Tienes el poder de concederme los más elevados placeres o sumirme en el tenebroso mar del sufrimiento. Sólo pido clemencia con este pobre ánima, cansada de vagar mecida por el viento y que ha quedado prendida a una de tus ramas. He esperado toda una vida para encontrarte y, ahora que al fin veo mi empresa concluida, sólo deseo quedarme aquí, a tu lado si tú lo quieres así.

Da igual, no hagas caso a este indigente de caricias, con tanto sueño de soledad que ya no distingue la realidad de la mente de la realidad del corazón. Estoy tan cansado de luchar que sólo puedo abandonarme al reino de Morfeo, esperando el amanecer de un nuevo día que nos despierte mientras yacemos juntos.

Inteligencia emocional

el color del otoñoTodos tenemos problemas, es inherente a la naturaleza humana, pero debemos tener suficiente control sobre nosotros mismos como para no exteriorizarlos de manera hiriente. Nadie merece pagar por los problemas de los demás, y si haces que alguien sufra por tus problemas es que algo falla en ti, la capacidad de ponerte en la situación de la otra persona, tu inteligencia emocional.

Debes reconocer que tus dotes sociales dejan mucho que desear, los hechos lo confirman aunque no lo quieras ver. Quiero que comprendas [si es que eres capaz] que estoy cansado, derrotado, y no pienso tirar yo sólo de este carro. Cada vez son menos las razones que me quedan para luchar por esto, y tú eres la persona responsable de ello. La pena y la rabia se entremezclan cuando pienso en lo que haces y cómo eres.

Lo único que me queda es agradecerte el haberme recordado por qué tomé mi decisión.