Todos conocemos la película Una mente maravillosa en la que Russel Crow encarna al matemático esquizofrénico y ganador de un premio Nobel John Forbes Nash Jr. Ciertamente en la película nos lo pintan como un hombre que tiene sus problemillas y tal, pero seguro que muchos no saben ciertos aspectos ocultos de su vida:
– Acusado de ser racista, no sé si estaba contra los judíos o contra los negros
– Tendencias homosexuales (esto no es un delito, está claro)
– Prepotente, mientras que en la película lo pintan poco más que tímido
– Mal marido (según cotilleos). Su mujer se separó de él en 1964 y ciertamente no fue la santa mártir que interpretaba Jennifer Conelly en la película
Grandes historias de las matemáticas
El Googol y el Googolplex son los los números con nombre propio mayores que existen. Cuenta la historia que el nombre de Googol lo inventó en 1938 Milton Sirotta, un niño de 9 años, sobrino del matemático Edward Kasner, al cual se le encargó proponer un nombre para un número extremadamente grande. El matemático Un Googol es igual a
Para hacernos una idea expresemos la distancia de la Tierra al Sol , 150 millones de kilómetros aproximadamente, en angströms (millonésimas de milímetro):
150 000 000 = 1,5 · 10 8 = kilómetros = 1,5 · 10 8 · 10 6 = 1,5 · 10 14 = milímetros = 1,5 · 10 14 · 10 6 = 1,5 · 10 20 angströms
Si designamos por D dicha distancia en angströms resulta
es decir que un Googol es aproximadamente
Como comenta Georges Ifrah «… En realidad, no hay ningún Googol de nada. […] rebasa todo lo que se pueda contar o medir en el mundo puramente físico» Las Cifras (Historia de una gran invención).
No obstante el Googol y el Googolplex son dos elementos del conjunto de los números naturales.
Información
Google es un juego de palabras con el término «Googol», acuñado por Milton Sirotta, sobrino del matemático norteamericano Edward Kasner, para referirse al número representado por un 1 seguido de 100 ceros. El uso del término por parte de Google refleja la misión de la compañía de organizar la inmensa cantidad de información disponible en la web y en el mundo.Es por eso de Google se llama así y no de cualquier otra forma
Todo aquel que diga que el Googol y el Googolplex son los números con nombre propio mayores que existen está equivocado. Algunas civilizaciones tuvieron una verdadera fascinación por los números grandes. La civilización india fue el mejor exponente de este amor por lo desmesuradamente grande, hasta el punto de tener nombres propios para números tan inmensos que rayan en el absurdo. Estos números enormes estaban más allá de toda aplicación práctica, como Asankhyeya , que es 10 elevado a 140.Esta cifra es inconmensurablemente mayor que el número de átomos del universo entero. El simbolismo de estos números es normalmente religioso, indicando un acercamiento a la noción de infinito; pero también estaban presentes en tratados cosmológicos. Los tratados cosmológicos de los jaina , como el Anuyogadvarasutra por ejemplo, manejan potencias de diez con exponentes de 190 o incluso 250, si bien no he encontrado referencias de nombres propios para ellas.Para los curiosos, aquí tenéis un pequeño listado de los nombres propios de algunos de estos monstruos:
Pundarika: 10 elevado a 27 (
Viskhamba: 10 elevado a 47 (
Sarvajña: 10 elevado a 49 (
Dhavajagravati: 10 elevado a 99 (
Mahakathana: 10 elevado a 126 (
Asankhyeya: 10 elevado a 140 (
Esta obsesión por las grandes cifras contrasta con la pobreza en nomenclatura numérica de otras culturas, que no tienen nombres para designar más de unos pocos números, dejando el vago «muchos» para los más grandes.
Parece ser que los matemáticos indios estaban decididos a ganar una batalla contra sí mismos en una especie de «a ver quién la tiene más grande» , en versión numérica. Y parece ser que lo consiguieron. Nunca es fácil asegurar una cosa de estas, pero parece ser que el Asankhyeya es el mayor número que ha recibido nombre propio en la historia de la humanidad.
Cuando alguien diga que algo no es posible podéis replicar lo siguiente:
Ahora que sabéis lo que es un Googol os podéis dar de entendidos y salir airosos de una situación comprometida. Si al final lo que cuenta es tener culturilla general…
Y como último dato a tener en cuenta, estos números tan grandes pues tampoco tienen mucha utilidad aunque ciertos estudios apuntan que el número de combinaciones sinápticas que puede llegar a poseer nuestro cerebro es de aproximadamente
Google es una calculadora
Pues sí, ahora mismo me acabo de enterar de esta característica de Google, pero me ha decepcionado el hecho de que sólo me permita obtener el resultado de 170! como máximo. Mi AMD 3000+ soluciona 40000! sin problemas… Teniendo en cuenta que Google son (o era) muchos ordenadores funcionando como un clúster pues no sé, deja mal sabor de boca que no permitan obtener un número más alto. Haciendo más pruebas conseguí esto añadiendo un número más al paréntesis o multiplicando por cualquier número mayor que 3 ya daba error. No he contado los dígitos, pero creo que son bastantes, sin duda muchos más de los que la calculadora de Window$ aguanta. Sin duda, esta operación, por simple que sea, también tiene su límite con los dígitos. Conclusión: si el aburrimiento es muy exagerado está bien para pasar el tiempo pero sin duda, si necesitas hacer una operación con un número ingente de dígitos está más que interesante.
Nota: mi ordenador acaba de tardar cerca de un minuto para hallar 100000! con la calculadora de Window$ y el resultado es 2,8242294079603478742934215780245e+456573
Momento fúngico basidiomicético phallálico (de setas hablamos)
Aquí en Tenerife, en el monte de Las Mercedes concretamente, existen unas setas que no son muy vistosas ni tampoco muy grandes por lo general, pero que destacan entre todas las demás por ser las setas más venenosas que se conocen: hablo de las Amanitas Phalloides. Unos datos a tener en cuenta:
Amanita Phaloides (Cicuta Verde)
DESCRIPCIÀ?N: Sombrero de 5-15 cm, primero hemisférico, después convexo y finalmente extendido, con el margen liso, incurvado. La cutícula, que es separable, es lisa y brillante, lubrificada en tiempo húmedo, y no presenta ningún resto del velo. Es de color verde oliva, que puede ir desde blanca o amarillo verdoso hasta el pardo oliváceo. Presenta numerosas fibrillas radiales, más oscuras, muy características. Láminas juntas y libres, blancas con reflejos amarillo verdosos. Esporada de color blanco. Pie separable, de 5-15 x 1-2 cm, bulboso, jaspeado, de color blanco o amarillo-verde. El anillo es membranoso y estriado, de color blanco. El bulbo es redondeado y esta envuelto por una volva membranosa, en forma de saco, lobulada, de color blanco. Carne tierna, blanca, de olor suave y sabor dulce.
H?BITAT: Hongo micorrizógeno que vive en toda clase de bosques, en suelos preferentemente silícicos. Fructifica en verano y en otoño. Es muy común; se encuentra desde la costa hasta la montaña.
COMESTIBILIDAD: Es una seta tóxica que puede provocar la muerte con la ingestión de tan sólo un ejemplar. Su consumo causa una grave intoxicación de tipo ciclopeptídico, manifestada con náuseas, cólicos, vómitos y diarrea sanguinolenta y coleriforme, que aparecen de 6 a 18 horas después de haberla comido. No hay ningún método de conservación que le quite la toxicidad. Además, hay que decir que ninguna prueba casera utilizada para comprobar si una seta es tóxica es valida (cuchara de plata, ajo, etc.).
OBSERVACIONES: Esta seta provoca la casi totalidad de intoxicaciones mortales. Cuando se coge sin volva y se estropea el anillo, puede confundirse con setas comestibles de coloración semejante, como la seta de los caballeros –Tricholoma equestre (L.: Fr.) Kummer- o las russulas verdosas. La confusión es más grave cuando se coge en fase de huevo, pensando que se coge uno de oronja, y no se tiene la precaución de cortarlo para comprobar el color del interior, verdoso en la cicuta verde y amarillo-naranja en la oronja. También mortales son A. verna (Bull.; Fr.) Lamarck, que sale en primavera bajo planifolios, y A. virosa (Lamarck) Bertillon, mucho más rara, que sale en primavera y en otoño, bajo abetos y hayas. Todas ellas pueden confundirse con los champiñones de bosque de color blanco (Agaricus spp.) , pero en estos las láminas se vuelven negruzcas.
Bueno, a partir de ahora no podréis ir al médico vomitando y viendo cómo os desangráis por el ano y poner la excusa barata de "es que parecían champiñones". Antes de haceros unos champiñones campestres al ajillo hay que informarse bien.