Alguien se va a estudiar a la biblioteca y ese pequeño gesto me sirve de inspiración para un par de versos.
Entre páginas En el papel traté de encontrar una idea que meciera a mi mente como la marea y dejase en la arena a mi barca varada como un náufrago que por fin llega a la orilla. Pero sé que en libros no voy a hallar respuesta pues no hay palabras que destilen tu belleza. Es una búsqueda de una utopía vana que no me ofrecerá consuelo ni alegría. Entonces te miro y de mí brota poesía, y como si se tratase de una indulgencia mis labios tan sólo esperan probar su esencia pues tú eres mi fuente de agua fresca y limpia.
Los libros pueden ofrecer palabras que ayuden a expresarnos pero la verdadera inspiración nace de aquello que hace que nuestro corazón se agite.