Planes

planMe toca los cojones la moral andar planeando mi vida, simplemente porque considero que ya tengo suficientemente planeados cinco de los siete días de la semana como para también andar organizando en base a un horario mis fines de semana. Hoy, don [J] me dijo qué tenía planeado para este fin de semana y le dije la verdad, que mis fines de semana son a lo que surja y ya está. Por ejemplo, decidir a las 23:30 que vamos a salir de fiesta me encanta, simplemente porque sé que no tengo ningún plan y que me surja uno es absolutamente delicioso.

Libre albedrío, situaciones emergentes, azar… Me da igual cómo lo llamen, la manera sorprendente que tienen algunos acontencimientos de aparecer en mi vida es lo que le da el toque interesante. No me interesa saber qué voy a hacer la tarde del domingo desde hoy, ya veré qué hago, no quiero anclarme a un plan preestablecido.

Todo esto no quiere decir que no tenga planes, no quiero que me digan [de nuevo] que no tengo iniciativa en mi vida, la tengo bastante planeada en realidad, tanto que tengo marcados en mi agenda los momentos para la improvisación. Si es que todos sabemos quejarnos, pero muy pocos nos ponemos en el lugar de los demás. Malditos deficientes empáticos…

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