Quisiera ser convexo

convexPoesía de Gerardo Diego que me encontré por casualidad.

Quisiera ser convexo
para tu mano cóncava.
Y como un tronco hueco
para acogerte en mi regazo
y darte sombra y sueño.
Suave y horizontal e interminable
para la huella alterna y presurosa
de tu pie izquierdo
y de tu pie derecho.
Ser de todas las formas
como agua siempre a gusto en cualquier vaso
siempre abrazándote por dentro.
Y también como vaso
para abrazar por fuera al mismo tiempo.
Como el agua hecha vaso
tu confín - dentro y fuera - siempre exacto.

Amor a voluntad

amor¿Cómo se puede controlar el enamorarse o no de una persona? Me parece una tontería, o te enamoras o no, no hay manera de decidir sobre ello. De todas maneras, partimos de la base de que el amor es un invento humano, una definición lingüística a una emoción basada en cambios bioquímicos internos. Si los animales pudieran hacer lo mismo, ellos también nos dirían que están enamorados, porque también sufren los mismos cambios fisiológicos.

¿Es posible el control voluntario de la secreción hormonal y el resto de sustancias del organismo? Creo que se escapa de nuestra competencia. Lo único que podemos hacer es cambiar la interpretación o, incluso, negar los cambios que sentimos cuando nos enamoramos de alguien, pero nada más allá. Las respuestas fisiológicas seguirán estando ahí, queramos o no.

Tal vez mi enfoque romántico de esta emoción me ciegue a la hora de hablar de ella, pero es que ni se puede estar enamorado a medias ni se puede decidir estar o no enamorado. De todas maneras, es sólo mi opinión.

Ríos de sangre

bloodEl día de ayer fue un tanto extraño, surrealista más bien. La mañana comenzó con una epistaxis [hemorragia nasal] a las 9:30 de la mañana que me duró hasta casi las 10:00, media hora con un goteo constante de fluido rojo. Luego, a las 13:10 otra vez de nuevo tuve otra epistaxis que me duró hasta las 13:45.

Luego de estos incidentes me quedé medio mareado durante el resto de la tarde, y no porque la visión de la sangre me cause tal efecto, tampoco porque haya perdido tanto volumen como para disminuir mi tensión arterial hasta tal punto, pero sí notaba que algo no iba bien. Al llegar a mi casa merendé un yogur y con las mismas me acosté a dormir.

Hace media hora me he despertado, después de casi doce horas durmiendo. Sueños extraños me han asaltado, pero voy a relatar el más inquietante de todos:

Estaba yo en la orilla de una especie de lago o estanque, sentado en una escalinata de piedra mientras observaba el reflejo de la Luna en su superficie. De pronto, el color pálido del astro se empieza a tornar rojizo y miro hacia el cielo, pero sigue siendo igual de nívea que siempre.

Vuelvo a mirar al lago y estás ahí, desnuda, de espaldas a mí, bañándote en un líquido rojo que se me antoja sangre. Te quiero llamar pero no me salen las palabras, y entonces te giras hacia mí, me miras y sonríes.

Y lo más inquietante de todo es que la sensación que tengo en el sueño es que toda esa sangre es mía…