Lo tengo decidido, me voy a hacer rico y no habrá nadie que me lo impida. Voy a comprar un cargamento de una tonelada de sacarina en polvo y la voy a envasar en sacos de cemento de 25 kilos cada uno. A un cuarto del total (10 sacos) les voy a poner una pegatina que diga Factor 1 y al resto (30 sacos) les voy a poner otra pegatina pero que ponga Factor 2.
Ya lo estoy viendo, pacientes que mejoran repentinamente mientras cuento los billetes de 500 € y pienso qué buen negocio me he montado.
Me pregunto si necesitarás un socio… hmmm… 😉
Buen negocio, aunque puedes abaratar costos envasando simplemente harina o algo bien económico, es que actualmente venden cualquier cosa, también se pueden cambiar los sacos de cemento por papel de periódico o las bolsas que dan en los supermercados.
Va un saludo m bueno el blog
# Señor Bohnke
Hoy estuve por tu Isla Bonita con el equipo de fútbol y estuve pensando mientras iba en la guagua hasta el campo de San Andrés y Sauces. Ahora que lo dices no me vendría mal ampliar mi horizonte comercial hacia otras islas. Ya me pongo en contacto contigo 😆
# Forestdín
Pensé en usar algún otro sucedáneo como la harina o el polvo de talco pero se me presentaban dos problemas:
La harina al mezclarla con agua tiende a formar una pasta, cosa que no sucede con los factores originales.
Tanto el polvo de talco como la harina no tienen sabor azucarado como algunos
conejillos de indiasusuarios de los factores comentan.Es por eso que decidí usar la sacarina en polvo. En cuanto a la forma de presentación, en papel de periódico o tarros de mermelada reutilizados en realidad da igual. Lo que importa es el precio por kilogramo y la opción de vender los sucedáneos de factores a granel para conseguir los mayores beneficios en menor tiempo.