Frío ascendente

Hoy tuve partido en el campo de La Esperanza y, señoras y señores, eso sí que es frío. Siempre digo lo mismo, me repito, pero es cierto: si fuese un frío «seco» como puede hacer en algunas zonas de la Península pues se podría aguantar más, pero al ser un frío «húmedo» te entra hasta los huesos, estés abrigado o no. Empieza por los pies, y te va ascendiendo por las piernas hacia arriba, de ahí el nombre que le doy, frío ascendente.

Y menos mal que no llovía, porque si no entonces hubiese sido el remate. Hacía un poco de brisa ligera y se hacía notar, aumentando la sensación de frío. No entraré en la teoría física del calor, el frío y el intercambio de temperatura… Pero la sé, que conste, y no voy a aburrir al personal. La próxima vez llevaré un pasamontañas o algo que me cubra las orejas, porque acabaron prácticamente escarchadas.

2 respuestas a «Frío ascendente»

  1. ÂáJAJAJAJAJA! De qué me suena a mí eso… Mis suegros viven en el centro de Gran Canaria, entre San Mateo y Teror, y aquello parece un infierno helado. Como te quedes quieto una tarde de invierno te entran ganas de que te peguen fuego rociándote con gasolina, para entrar un poco en calor :furious_tb:

    Por cierto, mi padre, como tantos otros, hizo la mili en tu tierra, en Hoya Fría, y decía que lo de ÂëfríaÂû no era ningún eufemismo, vamos…

  2. Pues Hoya Fría tampoco es demasiado fría en comparación con La Esperanza. Está cerca del mar, en el extrarradio de Santa Cruz. Cuando hace frío, pega duro, pero no hay comparación. Seguro que más de una vez se tuvo que ir de maniobras por La Esperanza, que suelen ir para el monte a hacer jueguillos de guerra.

Responder a adastra Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.