¿Al final subiste hasta aquí arriba? No lo sé, pero siempre me asaltará tu recuerdo cada vez que pase por delante de tu casa, aunque ya no vivas ahí. En ese piso guardaré muchos recuerdos, y tú te llevarás otros cuantos, así como yo me llevaré muchos tuyos. Te echo de menos, y no sé la razón, no sé si existe una razón, pero te echo de menos. Cuánto me gustaría poder hablar contigo, poder sentir tus caricias sobre mi piel y tus besos sobre mis labios. Me acostumbré a lo bueno, me acostumbré a ti, y ahora que me faltas te añoro y te extraño, mientras recuerdo momentos mejores.