Escribiendo palabras, una tras otra, pero no pasa nada, ¿verdad? Tan sólo son letras…
Yo sigo aquí, pocas veces me he marchado, ¿pero tú dónde estás? No te encuentro a mi lado, ¿a dónde te has ido? Este vacío que siento… ¿Acaso eres tú la culpable? Te vas, pero no quiero perderte. No te veo, pero quiero sentirte. ¿Me imaginas, piensas en mí, me recuerdas? ¿Soy yo el que irrumpe en tus momentos de soledad? Perdona, no te quería molestar, es sólo que… Da igual, sigo tan egoísta como siempre. Hay cosas que nunca cambian…
Siento haber aparecido así, mejor te dejo tranquila, tienes cosas que hacer. ¿Irresponsable? Lo sé, tendría que estudiar. Luego empiezo, de verdad, pero primero permíteme contemplarte. No quiero pensar que es la última vez que lo haré, pero el miedo inconsciente esta ahí, siempre acechando detrás de las sombras.
¿Quién soy? ¿Qué soy para ti? ¿Qué me hace destacar respecto a los demás? Muchos te pretenden, y no sé si tus labios prueban otros labios que no sean los míos, no sé si tu piel roza a otra piel que no sea la mía. ¡No lo sé! ¿Lo quiero saber? Prefiero vivir feliz en la ignorancia. ¿Libertad? ¿Te pertenezco? ¿Me perteneces? No lo sé…
Es verdad, ya me voy, no te molesto más. Despedidas, siempre despedidas amargas e incertidumbre. ¿Cuándo te volveré a sentir? ¿Cuándo me permitirás volverte a sentir? Recuerda que yo sigo aquí… Sin duda, muy pocas cosas cambian…