La música de las secuelas

Melody Gardot in ParisEscuchando el último podcast del programa de Radio 3 Trópico Utópico he escuchado la historia de Melody Gardot, una cantante y compositora estadounidense, concretamente de Filadelfia.

Mientras se encontraba con su bicicleta en noviembre de 2003, con 18 años, fue atropellada por un conductor con un Jeep Cherokee que se había saltado un semáforo en rojo. En el accidente sufrió graves heridas en la cabeza y la columna y su pelvis se fracturó en dos partes. Debido a estas lesiones estuvo confinada en su cama de hospital durante un año y tuvo que permanecer acostada boca arriba todo ese tiempo. Como consecuencia además tuvo que aprender de nuevo tareas sencillas como cepillarse los dientes y aprender a caminar. El efecto más notable de sus lesiones neurales fue que desarrolló una hipersensibilidad tanto a la luz como al sonido, por lo que necesita llevar gafas de sol oscuras prácticamente todo el tiempo para proteger sus ojos. El accidente también provocó problemas de memoria a corto y largo plazo además de dificultad en el sentido del tiempo. Gardot a menudo se refiere a esta condición como «escalar el Everest cada día» ya que a menudo se despierta sin recuerdos sobre lo que tiene que hacer ese día.

El accidente había dañado las vías neurales entre las zonas cerebrales que controlan la percepción y la función mental superior por lo que Gardot se convirtió, según sus propias palabras, «un como como un vegetal». Además de ser difícil para ella hablar o comunicarse apropiadamente, también le era difícil encontrar las palabras correctas para expresar sus sentimientos. Con la música y la plasticidad cerebral se fueron creando nuevas vías de comunicación en su cerebro, así que lo primero que aprendió fue a tararear y posteriormente fue capaz de cantar usando una grabadora. Hizo grandes progresos y fue capaz de llegar a escribir canciones que a menudo hacían referencia a su rehabilitación.

Como dato curioso, durante años después del accidente Melody viajaba con un fisioterapeuta y llevaba un TENS amarrado a su cintura que producía impulsos según necesitase reducir el dolor.

En su último disco aparece esta versión del clásico Over the Rainbow, con música de Harold Arlen y letra de E.Y. Harburg, escrita como parte de la banda sonora de la película El Mago de Oz e interpretada por Judy Garland en ese celuloide.

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Black Coffee – Turn Me On (feat. Bucie)

Hace un par de días hablaba del DJ y productor sudafricano Black Coffee y en esta ocasión me vuelvo a referir a él y a la vocalista Bucie también de Sudáfrica. Este tema es algo más antiguo, del año 2008 concretamente. De nuevo la combinación de deep house con una voz suave crea una composición muy elegante.

También en esta ocasión la canción original es más larga que la versión para el vídeo.

Black Coffee – Superman (feat. Bucie)

No es la primera vez que hablo de la producción musical proveniente de Sudáfrica, como Pastor Mbhobho o el grupo SHANA. Hoy voy a hablar precisamente de uno de los integrantes de este último, el DJ, productor y teclista sudafricano Nkosinathi Maphumulo, más conocido por su nombre artístico Black Coffee, que en esta canción cuenta con la colaboración de Bucie, nombre artístico de la vocalista sudafricana Bucie Nqwiliso,

Siguiendo su estilo particular de deep house en el que combina elementos electrónicos con ritmos e instrumentos africanos, sobre todo en la percusión. La voz suave de la cantante combinada con la letra hacen el resto para convertir esta pieza en una canción muy elegante.

También quería aclarar que la versión original es bastante más larga que esta edición especial para el vídeo musical, incluso tiene más partes vocales y más letra. Como se puede ver en el vídeo, tiene una estética de cómic precisamente porque su título hace referencia a un personaje conocido por todos.

The Five Corners Quintet – This Could Be the Start of Something (feat. Mark Murphy)

Hace ya varios años que sigo a The Five Corners Quintet pero hoy he recordado esta canción, una versión de este clásico en la voz del crooner Mark Murphy. El autor original de la canción es Steve Allen, conocido por la mayoría como un comediante por su trabajo en los programas «The Tonight Show» y «The Steve Allen Show». Pero también fue un compositor y letrista tremendamente prolífico y apasionado que ha escrito miles de canciones, desde el dixieland al jazz o el blues. En su libro «Steve Allen’s Songs: 100 lyrics with commentary» ha seleccionado y comentado cien de sus canciones favoritas entre las que se encuentra «This Could Be the Start of Something»:

It is a good question whether I can properly take credit for this number at all, given that it ocurred to me in a dream. I had been assigned, by producer Joe Cates, to write the score for a musical, The Bachelor, which was presented on NBC-TV in 1956. Obviously, once the creative portions of my brain had accepted the assignment, they got to work and continued to function whether I was awake or asleep.

The first seven or eight lines of the lyric were part of the dream as was the main melody line. Thank goodness I was able to recall that much when I awakened, at which point I made a few handwritten notes. The bridge or alternative melody was created a day or so later. Over one hundred artists, in various parts of the wold, have recorded the song during the last four decades.

De este mismo libro he extraído la letra original de la canción, que no es exactamente igual a la que canta Mark Murphy.

Tu vuò fà l’americano

Tu vuò fà l’americano (tú quieres ser americano) es una canción original compuesta por Renato Carosone con letra de Nicola «Nisa» Salermo en 1956.

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Fue utilizada en la banda sonora de la película The Talented Mr. Ripley (El talento de Mr. Ripley) en la que Matt Damon y Jude Law la interpretaban.

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Y recientemente el grupo Yolanda Be Cool junto al productor DCUP han utilizado samples de esta canción para hacer un remix titulado We No Speak Americano con un estilo electrónico, todo un atentado terrorista.

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Afortunadamente no todos compartimos los mismos gustos.

Noche de conciertos

Ayer fui al concierto que dio Ann Hampton Callaway junto al Hervé Sellin Trio y la Orquesta Sinfónica de Tenerife. Tenía la entrada reservada desde hacía casi una semana justo en la tercera fila y no defraudó en absoluto. Lo más curioso de todo el espectáculo fue cuando Ann solicitó al público que le dijese palabras o frases acerca de Tenerife mientras las iba apuntando en una hoja. Se sentó al piano y a la vez que tocaba una melodía improvisó la letra con lo que tenía apuntado. Lo más gracioso de todo fue cuando le dijeron «gofio» y ella entendió «Prokofiev» que al final, a pesar de intentar aclarar la confusión se quedó con el nombre del compositor de manera definitiva.

Después de salir del Auditorio, como tenía algo de hambre, fui a buscar el coche y decidí ir a cenar a un pequeño bar llamado Herchi, que se encuentra en la Plaza Militar justo en la confluencia entre las calles La Salle y Ramón y Cajal. Son los mejores perritos calientes que he tenido el placer de comer en toda mi vida. Eso sí, prepara un buen par de servilletas porque son muy exuberantes.

Como sabía que anoche comenzaba el festival Santa Blues seguidamente me dirigí a las inmediaciones de la calle La Noria donde, justo a los pies de la Iglesia de La Concepción se encontraba el escenario montado. El guitarrista Larry McCray y su grupo estaban haciendo de las suyas frente a un público bastante numeroso. No lo conocía y me dejó muy buenas sensaciones, con su buena voz y gran virtuosismo con la guitarra. De hecho, una vez terminado el concierto, tanto él como los miembros de la banda tuvieron la amabilidad de salir por el backstage para firmar autógrafos y discos.

Subiendo de nuevo por La Noria escuché el sonido que surgía de uno de los pubs de allí, el Mojos y Mojitos, y decidí entrar sólo por curiosidad. Me alegro de haberlo hecho porque había un concierto de un grupo de cuatro integrantes que interpretaban versiones de canciones conocidas como Sting, Tina Turner, Michael Jackson o Bob Marley, por poner algunos ejemplos. No conozco el nombre de esta agrupación a pesar de haber estado buscando información por ahí, pero prometieron volver el próximo jueves 8 de julio de nuevo en el mismo lugar, así que intentaré asistir.

Ya a altas horas de la madrugada, después de más de cinco horas de música en vivo, me dirigí de nuevo hasta el coche con la idea de repetir de nuevo esta noche, en el mismo escenario de La Noria con la cantante Sandra Hall.