Pensamiento del día

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El romanticismo está en todas partes pero pocas personas lo saben apreciar.

A veces las personas no necesitan recibir consejos sino simplemente tener a alguien con quien poder contar su historia porque, quizás, lo que realmente necesitan es escucharse a sí mismas en voz alta.

No digas «ya te llamo» si no tienes pensado hacerlo; no digas «a ver si quedamos» sólo por quedar bien; nunca hagas promesas que sabes que no puedes cumplir. En resumen, no devalúes tus palabras porque cuando quieras que te tomen en serio será difícil recuperar la confianza perdida.

Pensamiento del día

A pesar de la situación, no dejes que desaparezca el romanticismo.

A menudo nuestras necesidades dicen una cosa y nuestras acciones demuestran otra.

A medida que reducimos nuestras exigencias conseguimos peor calidad en nuestros resultados.

Pensamiento del día

La naturaleza caprichosa de la inspiración hace que aparezca en los momentos más inesperados.

Hoy en día hay demasiada inteligencia superficial.

Tal vez la madurez y el romanticismo sean incompatibles; el romanticismo es demasiado infantil y la madurez es demasiado débil.

Amor a voluntad

amor¿Cómo se puede controlar el enamorarse o no de una persona? Me parece una tontería, o te enamoras o no, no hay manera de decidir sobre ello. De todas maneras, partimos de la base de que el amor es un invento humano, una definición lingüística a una emoción basada en cambios bioquímicos internos. Si los animales pudieran hacer lo mismo, ellos también nos dirían que están enamorados, porque también sufren los mismos cambios fisiológicos.

¿Es posible el control voluntario de la secreción hormonal y el resto de sustancias del organismo? Creo que se escapa de nuestra competencia. Lo único que podemos hacer es cambiar la interpretación o, incluso, negar los cambios que sentimos cuando nos enamoramos de alguien, pero nada más allá. Las respuestas fisiológicas seguirán estando ahí, queramos o no.

Tal vez mi enfoque romántico de esta emoción me ciegue a la hora de hablar de ella, pero es que ni se puede estar enamorado a medias ni se puede decidir estar o no enamorado. De todas maneras, es sólo mi opinión.

Tópicos a desterrar. Romántico

romanticLas mujeres quieren a un hombre romántico, pero ni ellas mismas saben lo que eso significa ni las consecuencias del que sufre el no ser correspondido. A menudo ven las muestras de romanticismo, como puede ser la poesía, una cursilada, una tontería fuera de lugar y época que les avergüenza. Creen que una cena en un restaurante bonito o regalar una flor son acciones románticas pero, quizás por mi manera de ser, eso lo veo como algo normal y nada fuera de lo común. Son situaciones agradables pero no puramente románticas.

Para mí una muestra de romanticismo no es tan material sino que debería ser más etérea, más puramente sentimental. El considerar a la otra persona como parte de uno mismo, llegar a necesitarla de tal manera que sólo se puede vivir con ella a tu lado, el hacer siempre lo mejor para ella antes que para mí… Eso es romanticismo, creer que aún hoy en nuestros días el amor es lo realmente importante.

Luego vienen los desengaños, cuando alguien romántico cree estar con alguien igual y al final resulta que no es más que otro maniquí del montón, un ser animado que se mueve y actúa como una persona pero que no lo es, que te dice que te ama pero realmente no es así porque en su interior se ha trazado un plan en el que tú estás ahí pero eres una pieza prescindible en la partida.

Los románticos tenemos los días contados, porque aunque se nos reclame para sanar los corazones que otros cabrones han jodido, somos como las tiritas, que una vez la herida sana se tiran a la basura. Las mujeres no quieren hombres buenos, quieren cabrones superficiales, aún sabiendo que las van a joder, pero es así de triste.

El amor es lo que nos hace humanos, los sentimientos son los que nos dan nuestra condición de personas, no lo material, que es algo banal. Pero claro, para llegar a esa conclusión hay que ser romántico, y lamentablemente quedamos pocos. Yo aún sigo creyendo en el amor, en mis valores, y de ahí no me van a mover.

A veces no entiendo

en la mediaEstá claro que no las mayores mentiras son las generalizaciones, y que sobre gustos no hay nada escrito, pero hay chicas que no las entiendo. Partimos de la situación en la que les gusta un chico, y no entiendo por qué mientras más las ignora y se hace de rogar el sujeto ellas más babean. El grado de interés por ambas partes es inversamente proporcional.

Otra cosa, me veo por las calles a los típicos gorritas con las novias todas monas ellas, bien vestidas, nada de llevar ropa deportiva ni nada de nada. Es el caso de mientras más jacoso y arrastrado más me gusta. Cada vez que veo un caso parecido sigo sin entenderlo.

¿Qué es lo que ocurre? Es posible que la estirpe de los chicos decentes y atentos ya no esté de moda, que seamos una especie en peligro de extinción y nos estén ganando la batalla los chulitos engreídos y los jacosos cocainómanos y porreros. Me niego a aceptar que estos engendros nos hayan ganado la batalla evolutiva.

Otra cosa que viene al cuento es que ya no existe el «Ars Amatoria», el arte del amor. Desde que el Messenger entró en nuestra sociedad se ha convertido en el método más fácil de relacionarse, y no me refiero sólo a amistad. La sutil técnica de la seducción se ha perdido y ahora todo el mundo se decanta por el «¿Cuándo quedamos para un polvo?». Por favor, el romanticismo ha desaparecido de nuestras vidas, incluso se usa el adjetivo romántico con tono despectivo, como si tirases un gargajo a la cara de quien aún piensa que declararse con un poema no está pasado de moda. En estos momentos recuerdo a una compañera de clase de un buen amigo que en una ocasión declaró que le daban ganas de vomitar que un chico le recitase un poema o le viniese con «algún rollo romántico».

En realidad yo no debería mear en contra del viento porque precisamente yo conocí a Irene con internet como intermediario, incluso tuvimos largas conversaciones por el Messenger cuando aún no salía con ella, pero sin embargo yo soy de la vieja escuela. Fue un día que quedamos ella y yo cuando le recité un poema y me declaré. Ella me cuenta que no le parecí un idiota romántico ni nada parecido, y en realidad yo tampoco me considero así. En realidad, ninguna persona romántica se considera fuera de lugar sino que son los demás los que ponen etiquetas.

Es una pena que las cosas vayan tan rápido hoy en día, que se pierdan los valores, a mi juicio, importantes en el proceso de enamorar a alguien, pero qué le vamos a hacer. Hoy en día todo el mundo tiene prisa, hay una obsesión por la velocidad y la rapidez, y pienso que la vida se disfrutaría más tan sólo llendo un poquito más despacio.