Tarde de domingo

domingoBueno, restan sólo unas pocas horas para que se den por finalizadas oficialmente mis vacaciones. Todavía me quedan unos días en septiembre, pero no es lo mismo que tener cuatro semanas seguidas.

Estas semanas han sido bastante productivas, con sus momentos buenos y malos, como todo, pero en líneas generales puedo decir que estoy bastante contento con este tiempo. No puedo decir que esté conforme por mi condición de inconformista por diseño, ya se sabe que todo es mejorable.

Es por todo esto y más que esta tarde ha sido especialmente depresiva. Bueno, para ser justos, a partir de las 5 de la tarde empezó el declive anímico. Por si fuera poco, se me ocurrió ponerme a ver Requiem por un sueño… Gran fallo, porque además que es una película muy poco alegre se me unió a cierto malestar estomacal que tengo desde hace unos días y que hoy alcanzó su punto álgido.

Esta noche tocará acostarse temprano para mañana empezar otra vez de nuevo, aunque mejor no vaticinar sobre esta noche porque puede sorprender todavía, todo es cuestión de probabilidad.

Causalidad

azar

  1. No existe la probabilidad 0.
  2. La tercera ley de Newton [acción-reacción].

No creo en la casualidad, sólo en la causalidad.

Multiverso

multiverse

¡Hola! Hoy vamos a hablar de un tema que me apasiona: ¡el multiverso! No, no se escandalicen, al menos por ahora, porque ya sé que esa palabra provoca dudas en ustedes, pero se la voy a explicar.

Nosotros no vivimos en un universo sino en un multiverso, esto es, múltiples, infinitos universos coexistiendo paralelamente o, como veremos más adelante, tangencialmente. Pero empecemos por el principio, por la etimología de la palabra: universo, una versión. ¿Acaso somos tan pretenciosos como para considerar que sólo existe una versión de algo? No, existen otros universos aparte del nuestro, infinitos, pero para el próximo ejemplo necesito usar como modelo teórico un único universo original, imaginemos que es el nuestro.

Sabemos que el presente no existe como realidad, pues nunca podremos medir con absoluta exactitud el tiempo, pero imaginemos por un momento la menor medida posible de tiempo. En ese instante se estarán creando infinitos universos absolutamente iguales al nuestro, únicamente diferenciables por el cambio de una o más variables del original, es decir, el número de universos tangentes sería igual a infinito exponencial. ¡Matemática combinatoria simple! Si a su vez nos apetece seguir complicándolo un poco más, imaginemos que a partir de esos universos tangentes se generasen otros universos tangentes, y así seguiríamos infinitamente, ¿no?

Infinitos universos son demasiados universos, y por simple probabilidad siempre existirán al menos dos universos iguales, así que de la misma manera que se crean infinitos universos, a su vez infinitos universos tangentes se colapsarán. Ahora les lanzo una pregunta, ¿alguna vez han sentido que ya han vivido una situación, un déjà vu? Pues en ese instante se está colapsando un universo tangente con el nuestro, o el nuestro con otro universo, porque, llegados a este punto, ¿qué universo es original y qué universo es tangente? Imagínense las implicaciones filosóficas que entraña todo esto; bueno, filosóficas o de orgullo por no ser los originales.

Sin embargo, cuando ocurre el colapso de un universo tangente no todas las personas sienten un déjà vu, y ahora viene la parte «romántica«, porque las variables de ese universo tangente sólo conciernen a esa persona que siente que ha vivido la situación. Este momento metafísico, todo un universo colapsando por un único ser, es lo más increíble que puede suceder jamás, así que a partir de ahora será mejor que le den un nuevo significado a sus déjà vu.

Sé que están abrumados, pero aún no he llegado a la parte del viaje temporal. ¡Vaya! Ya veo que a muchos les cambia la cara con la idea de poder viajar en el tiempo, pero no quiero saber qué razones los moverían a cometer semejante locura. Sí, locura, porque si ya les he explicado que existen universos tangentes, quizás no se hayan parado a analizar las implicaciones de esta palabra. Imaginemos un universo como una línea irregular, pues sabemos que el universo, o más bien, el espacio-tiempo, es de forma variable. Pues tomando un punto de esa línea tracemos otra línea que simbolizará otro universo que contacta con el nuestro sólo en ese punto, es decir, que es tangente y lo único que tiene en común ese universo y el nuestro es su pasado hasta el momento que se ha «separado de nosotros».

Viajar en el tiempo en nuestro universo es imposible, no les voy a engañar. Lo que sí podemos hacer es viajar a otro universo tangente cuyo tiempo sea anterior o posterior al nuestro, pero en cualquier caso, será distinto a nuestro universo de origen, en mayor o menor medida. Y sí, si ya les he dicho que el tejido espacio-temporal es de forma variable, por esa razón se puede dilatar o contraer. Si se encuentra más contraído que el tejido espacio-temporal de nuestro universo de origen el tiempo de ese universo tangente será posterior al nuestro, es decir, será el futuro. Por el contrario, si es más dilatado, el tiempo será anterior al nuestro, será el pasado. Pero repito una vez más, no será ni nuestro futuro ni nuestro pasado, será su futuro y su pasado, distintos a los nuestros. ¡Ténganlo en cuenta!

multiverse

Sin embargo, ya hemos visto que un universo tangente no tiene por qué mantener su situación tangencial eternamente, y esto sucede cuando colapsa. ¿La razón del colapso? La misma razón por la que se separó, una variable, nada más y nada menos. Dos universos diferentes, desde el momento que compartan una única variable, colapsarán. No importa la duración de ese colapso, porque aunque virtualmente sean dos universos en uno, en realidad son sólo uno del que tarde o temprano saldrán universos tangentes. La probabilidad de que surja de nuevo uno de los universos originales es de 1 entre infinito, pero existe esa probabilidad.

Lo divertido del multiverso es que pueden colapsar infinitos universos en uno solo, no existe un número máximo de universos tangentes que puedan colapsar, sólo que yo me refiero al número mínimo necesario para tal colapso, es decir, dos. Llegados a este punto de mi narración, una vez saturados de ideas a las que cada uno de ustedes le darán una interpretación personal, sólo quiero que hagan una última reflexión: Piensen que en algún lugar del multiverso, en un universo tangente, yo nunca les he contado esto y ustedes viven tranquilamente ignorando estos conocimientos.

¿Quién es más feliz?

La solución

forget La solución no es olvidar. ¿De qué sirve obligarte a olvidar a alguien que no puedes olvidar? ¿Realmente es correcto olvidar? ¿No nos estaríamos engañando a nosotros mismos? Por mi condición de perfeccionista enfermizo siempre intento hacer lo mejor posible, mejorar cada día un poco más, y por eso creo que lo he hecho en la medida de mis posibilidades de la manera más adecuada. ¿De qué me sirve huir de mis sentimientos, meterlos en una caja, encerrarlos en una habitación oscura? De nada, porque siempre seguirán ahí, sepultados bajo capas de pensamientos, evadiéndome de ellos.

silenceLa solución tampoco es el silencio. Hablando se entiende la gente, o eso dicen, siempre y cuando los interlocutores sean medianamente civilizados y, sobre todo, humanos. ¿Somos capaces de dejar a un lado el resentimiento, el rencor, el orgullo? Considero que sí puedo, pero muchas personas no, desfavorablemente para ellas y los demás. ¿Quién tiene la culpa? No lo sé, la verdad, pero parece ser que resulta molesto hablar de pensamientos y sentimientos, cuando no puede haber nada más sano que una comunicación fluida y transparente entre las personas. La verdad duele, pero por otra parte no deja espacio para la incertidumbre, lo cual es ideal de cara a evitar pensamientos equivocados. Sabiendo la verdad puedes adaptarte a ella, siempre y cuando no suponga un miedo.

fearTodos tenemos miedos, y sólo hay dos conductas posibles ante nuestros temores: huir o enfrentarnos. Cuando nos empeñamos en hacer desaparecer algo, en actuar como si no existiera, eso es huir. Cuando miras de frente a tus miedos, los entiendes y aprendes a vivir con ellos de manera que los transformas en algo normal, eso es enfrentarse y salir victoriosos. Sí, la vida es una lucha continua, una guerra en la que ya se conoce el final, llena de pequeñas batallas cuyos resultados son los que le dan sentido a nuestra existencia. Siempre lucharemos contra todo y todos, pero las peores batallas serán las que tendremos contra nosotros mismos, y serán las más importantes.

Ahora mismo hablo desde la posición de alguien que ha ganado, y también perdido, muchas y difíciles batallas contra sí mismo por causa de otras personas, y miro a esas personas que han encontrado soluciones que a mis ojos parecen fáciles. Lo que ocurre es que a menudo las soluciones más fáciles no son las más correctas. Incluso, muchas de esas soluciones no son tales, más bien son inconclusas, parches para un problema que se sigue manteniendo en el tiempo. El orgullo, maldito orgullo, causa de perpetuación de situaciones incómodas, pero eso ya está en los dominios de cada uno, ahí no puedo hacer nada. Incluso, si intentase hacer algo estaría reforzando ese orgullo y, por extensión, la situación.

Es por eso que me sigo manteniendo en mi lugar sin esconderme, a la vista de todos, con un cartel luminoso que dice “Bienvenidos”, esperando pacientemente a que alguna de esas personas toque a la puerta y se enfrenten al miedo que les supongo. En fin, lo único que queda son esperanzas, como Pigmalión, y probabilidad.

Filosofía de MSN

probabilitySi es que a veces soltamos unas frases sin darnos cuenta que son pura Filosofía metafísica. Este es un fragmento de una conversación mantenida por el MSN con una amiga:

El mundo, la vida, es un sistema dinámico y, ya sólo por definición, no hay nada que dure para siempre; nada de nada. El amor para toda la vida puede existir, pero es que tu vida se va a terminar en algún momento, así que llegamos a la misma conclusión.

Otra cosa es que los seres humanos tomemos como medida para el «siempre» la duración de una vida, lo cual no deja de ser cierto si tenemos en cuenta que al morir perdemos conciencia de nosotros mismos y, por lo tanto, dejamos de existir. Sin embargo, al morir una persona siempre quedarán otras que podrán constatar que no es algo para siempre si esa persona ha muerto, luego, no es algo «para siempre» sino finito.

«Para siempre» presupone algo infinito, la eternidad, y eso es completamente incompatible con nuestro universo, que es un sistema dinámico, caótico limitado. Siempre sucederá algo que cambie la situación por simple probabilidad.

Improbable (pero no imposible)

Las horas que son y yo pensando en problemas matemáticos… Resulta que una vez hablando del número Googol nombré que la probabilidad 0 no existe, lo cual no es del todo cierto. En realidad sí existe como concepto pero no en la práctica porque la improbabilidad no está reñida con la imposibilidad.

DadoPor ejemplo, un dado tiene 6 caras, todas marcadas con los números del 1 al 6. ¿Qué probabilidad hay de que tiremos un dado y salga un 7? Evidentemente la probabilidad es 0 pero es posible que uno venga mal de fábrica con un 7 en lugar de un 4, por ejemplo. En este caso la probabilidad es muy baja porque el hecho no tiene periodicidad. Si fuese que 1 de cada 1000 dados fabricados viniese con un 7 impreso en una cara, la probabilidad sería 1/1000. Los sucesos periódicos determinan la probabilidad en gran medida.

En el caos limitado, encontrar un comportamiento no periódico… aunque sea posible, su probabilidad es cero. En el caos total, la probabilidad de encontrar un comportamiento periódico es cero.

Lorenz, E. (1993): La esencia del caos

Afortunadamente el sistema en el que nos encontramos no es un sistema caótico total sino caótico limitado. Siempre habrá algún patrón periódico que nos saque del apuro, lo conozcamos o no, así que siempre podremos tener la certeza de que nada es imposible, aunque sea improbable.