Pensamiento del día

Es normal que te sorprendas cuando encuentras a una persona a quien le gusta tu cuerpo y tu cerebro.

No importa cuánto duele la verdad sino cuánto puede llegar a doler la mentira.

El destino es para los perdedores. Es tan sólo una excusa estúpida para esperar a que las cosas sucedan en lugar de hacer que ocurran. – Blair Waldorf

Pensamiento del día

Todos mis fantasmas son de carne y hueso, por eso ni creo en las casas encantadas ni le tengo miedo a la oscuridad.

¿El fin justifica los medios cuando omites parte de la verdad o dices una mentira piadosa? ¿Puedes ser tú mismo mientras interpretas el papel de ser tú mismo? ¿Cuando dices «te quiero» implica que de verdad quieres a alguien? ¿Puedes vivir una vida superficial sin tan siquiera percatarte de ello? ¿Te importa más lo que opinan los demás de ti que quien realmente eres tú? ¿Puedes llegar a disfrutar de tu vida si mantener las apariencias es lo más importante para ti?

No todos los valores que te ha inculcado tu familia son acertados; si los aceptas sin evaluarlos o criticarlos eres una simple marioneta. No todos los conocimientos que has aprendido en tus años de formación son correctos; si los has adoptado sin escepticismo y los aplicas sin cuestionarlos eres un simple robot. La sociedad en la que vives considera ciertas modas como normales; si las adoptas como propias y las repites sin cuestionarlas eres una simple copia de otra copia. La vida a veces parece una película proyectada en una sala de cine; si te conformas con interpretar tu papel en ella sin cambiar el guión eres un simple actor. En la vida de toda persona debe llegar un momento en el que te tienes que plantear si lo que estás haciendo es lo correcto, si disfrutas con lo que haces o si es lo que realmente quieres hacer. Si alguna de estas respuestas es negativa, simplemente toma la decisión más difícil y haz que suceda el cambio.

Pensamientos apócrifos

A veces logramos encontrar un lugar donde poder echar una mirada hacia nuestro interior y es entonces cuando afloran hacia la superficie multitud de ideas que quizás llevaban demasiado tiempo bajo las densas aguas del pensamiento racional.

Uno de los mayores errores del ser humano es pensar que el corazón, tratándose de un músculo involuntario, es el responsable de las emociones. ¿Por qué no un bíceps o un cuádriceps? Esta idea surge debido a que cuando recibimos algún tipo de información con una gran carga emocional se produce en nuestro pecho una punzada, a menudo dolorosa, que interpretamos como una herida en nuestro corazón. No es más que una contracción violenta cuyo origen se encuentra en otro lugar.

Las emociones y los sentimientos tan sólo se encuentran en nuestra mente y pueden llegar a ser tan poderosos como para influir directamente sobre el funcionamiento de otros órganos de nuestro cuerpo como, por ejemplo, el propio corazón. Es una idea romántica el considerar a este órgano como motor de la vida y de las emociones, pero nada más allá de los versos de amor y tristeza. Bombear sangre a todo nuestro cuerpo es un trabajo suficientemente intenso como para andar preocupándose de otros menesteres.

Se trata de una mentira, piadosa o no, pero nada más. Como en todo, hay quien sabe mentir mejor y peor. No me gustan las personas mentirosas pero confieso que en ciertos aspectos admito que hacen gala de una gran memoria ya que deben recordar todos los detalles de la verdad y, además, aquellos detalles concernientes a su mentira. Por si esto no resultase suficientemente complicado, además tienen capacidad para hacer creer en su falsa veracidad.

No importa lo grande que sea la mentira sino lo bien que logres aparentar que se trata de una verdad. Esta es la máxima en este mundo de apariencias en el que muy pocas cosas son realmente ciertas salvo las pérdidas. Es algo que nos une, independientemente de nuestras diferencias, todos perdemos algo en nuestra vida. En ocasiones ocurren más a menudo de lo que desearíamos y casi siempre son tomadas como acontecimientos negativos. La clave radica en la capacidad personal de interpretarlas como nuevas oportunidades que surgen para marcarnos nuevas metas a alcanzar.

¿Quiénes somos? Podríamos afirmar que somos ese conjunto de creencias que cada individuo ha creado sobre sí mismo, y es verdad, pero además de esa propia imagen que hemos forjado sobre nosotros mismos también somos todas esas imágenes que cada persona que conocemos ha construido sobre nosotros. Soy un hombre de fuertes convicciones y hay muy pocas personas que me importen lo suficiente como para que la imagen que han formado sobre mí me preocupe pero, afortunadamente, no todo el mundo es igual.

Creo que esas personas que aparentan son las que más preocupadas están por esa imagen externa que existe sobre ellas ya que, al fin y al cabo, su mundo se basa en reflejos sobre máscaras de porcelana, maquillaje emocional, materialismo superfluo y capacidad de mimetismo. En realidad estas personas despiertan cierta lástima ya que su autoestima depende directamente del juicio de los demás. Además, obligarse a no ser uno mismo muestra una actitud vacía y triste ante la vida y las relaciones interpersonales. Personalmente prefiero ser odiado por ser quien soy que ser querido por aquello que aparento ser.

Hace tiempo, y basándome en la experiencia, sostenía que existen personas que no están preparadas para mantener una relación de pareja pero una vez más me equivocaba en mi razonamiento. Todo el mundo está preparado para tener pareja, tan sólo es cuestión de encontrar a alguien compatible, alguien afín a tus intereses, a tu forma de pensar y actuar. La confianza en uno mismo es fundamental, creer en las propias posibilidades, esperar lo mejor y prepararse para lo peor.

No son más que pensamientos apócrifos, estos pensamientos y más se encuentran en Adiós, amor.

A los pies

 A los pies de la santa cruz, arrodillada,
en nombre de Jesús juraste un gran amor.
Juramento no cumplido, fingiendo y engañando.
Para mí fue una mentira, para Dios fue un pecado.

El corazón tiene razones que la propia razón desconoce,
hace promesas y juramentos pero después se olvida.
Siguiendo este principio tú también prometiste,
viniendo a jurar un gran amor que después olvidaste.

Pensamiento del día

incongruencia

Las incongruencias nunca me han gustado, y mucho menos cuando yo estoy envuelto en ellas.

Yo siempre digo la verdad, incluso hasta cuando miento, pues es un hecho que es cierto que es mentira lo que estoy diciendo.

Usted sabe lo que es que me levanto, me levanto y según miro por la calle, lo que oigo es todo el mundo maldiciendo así: «mal rayo que me parta», «ojalá que me muriera», «maldita sea mi suerte, porque con ella no he nacido». Qué va, con este tira y jala no hay quien viva caballero.

Pensamiento del día

minute

Da igual la hora, da igual el tiempo que pase, para mí siempre faltará un minuto para conocer tu respuesta. Cuando la sepas, dímela para acabar con esta espera y poder rozar tus labios con los míos.

Jamás he usado la excusa etílica porque me haya hecho falta jamás. Si alguna vez la he utilizado ha sido por facilitar las cosas a la otra persona, porque parece ser que simular un estado transitorio de desfrontalización ayuda a comprender ciertos actos y palabras.

Las personas mentirosas son humanos superiores al resto, con cualidades como la memoria, la creatividad y la interpretación desarrolladas por encima de la media. Deben recordar la verdad y sus mentiras, establecer relaciones entre ellas y actuar ante el mundo. Aquellos que mienten bien deben tener buena memoria, para estar de acuerdo en todos los puntos con ellos mismos, a fin de ser espiados.

«mendacem memorem esse oportere» – Quintiliano, Institutio Oratoria, liber IV, capitulum II.