Pensamiento del día

El humor y la risa son la mejor medicina.

Tener una sombra larga no es sinónimo de altura, más bien de un sol cercano al horizonte.

Verse obligado a apuntar las tareas que debes realizar no debe ser tomado como señal de mala memoria sino de demasiados compromisos.

Pensamiento del día

Si no ocurre, haz que suceda.

Hace falta algo más que buena memoria para tener buenos recuerdos.

A veces, aquellos que están perdidos deben ser encontrados, pero hay otras ocasiones en las que deben encontrarse a sí mismos.

Pensamiento del día

Cuando todo lo demás falla, un poco de ayuda externa no viene nada mal.

Si algo te afecta demasiado es simplemente porque te importa demasiado.

En nuestro día a día ocurren multitud de sucesos pero no todos son guardados en nuestra memoria. Los recuerdos más fuertes e indelebles son aquellos que están unidos a una emoción.

Pensamiento del día

¿Qué diferencia existe entre «hacer el amor» y «follar»? Yo creo que el primero no es más que un eufemismo del segundo porque, al fin y al cabo, en ambos casos se realiza el mismo ejercicio físico… Normalmente se intenta establecer una diferencia no en el acto en sí mismo sino en la carga sentimental que, supuestamente, existe en el primer caso y no en el segundo. Yo creo que son pamplinas, creo que la única diferencia es que la expresión «follar» es más vulgar y no suena tan bonita como «hacer el amor», nada más.

Me gusta tener momentos de aburrimiento porque de esa manera puedo buscar actividades para ocupar mi tiempo. Son esos instantes en los que los engranajes de la mente comienzan a moverse y surgen nuevas ideas, inquietudes, proyectos y objetivos a alcanzar. También son oportunidades para realizar una introspección, mantener diálogos internos, revisar la memoria y analizar los datos. Otras veces, como si se tratase de un estado de consciencia alterado, percibo la realidad que me rodea de una manera distinta, sus sonidos, olores, formas y colores. Luego, saco mis conclusiones, me vuelvo a aburrir y vuelta a empezar.

La ironía es una figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice. El sarcasmo es también una figura retórica pero consiste en emplear la burla sangrienta, una ironía mordaz y cruel con que se ofende o maltrata a alguien o algo. La única diferencia entre ambos conceptos es la intención del interlocutor, de hecho hay quien sostiene que el sarcasmo es la forma verbal de la ironía, pero sería entrar en discusiones que no llevarían a ninguna conclusión. La cuestión es que de manera coloquial se suelen usar indistintamente ambos términos a pesar de ser dos palabras con distintas acepciones en el Diccionario de la Lengua Española.

Recompensa

Te he visto pasar junto a mi lado
pero no ha sido de manera indiferente pues,
en ese preciso instante, despertaron emociones
largo tiempo dormidas dentro de mí.

Ciertos recuerdos se revolvieron en mis entrañas
al igual que fantasmas de aquellas cosas que alguna vez sentí.
Bien sabes que fuiste mi locura y mi desesperación,
y también sabes que estuve locamente enamorado de ti,
pero eso ya forma parte del pasado, ya es historia,
como retales de memoria son momentos que una vez sufrí.

No te guardo rencor por tu ausencia porque, para llegar a sentirla,
tendrías que haber sido mía alguna vez, pero
tú y yo sabemos que eso nunca llegó a ocurrir.
Heriste este pobre corazón en aquella noche
con un puñal asesino de frío olvido,
agonizando en el suelo, desangrándose hasta morir.

Te he visto pasar junto a mi lado
y pude observar que mostrabas pena y tristeza en tu faz.
No es alegría lo que me provoca pero,
ten por seguro, compasión no voy a sentir.

Lo que tienes es la recompensa por tu trato,
las consecuencias de todos tus actos,
y tendrás que soportar tu pesada carga
como yo una vez lo tuve que hacer por ti.

Disfruta de las cosas sencillas

Las cosas sencillas son las que con mayor probabilidad te pueden hacer feliz y si no lo crees, fíjate en los niños. Si alguna vez has tenido la oportunidad de ver cómo un pequeñajo abre un regalo habrás podido observar cómo se entretiene con el papel de regalo, con la caja donde venía guardado o, más probablemente, con ese plástico que tiene burbujas de aire.

Da igual lo que le hayas regalado, ese dichoso invento es como un agujero negro supermasivo que atrae la atención del crío como nada en el universo. De hecho, muchos adultos todavía se entretienen explotando esas pequeñas bolsitas de aire cuando cae ese tipo de embalaje en sus manos. Es lo más sencillo del mundo, dos láminas de plástico entre las que ha quedado algo de aire en medio. Es como cuando querías forrar tus libros con plástico adhesivo, sólo que en ese caso intentabas por todos los medios evitar que se formase una arruga o una burbuja.

Unas hojas de papel y un par de lápices de colores, por ejemplo, son unos de los mejores juguetes que puedas darle a un niño. Tendrá la oportunidad de experimentar con sus manos, con los colores, con su imaginación y hasta con su memoria. Siempre me han parecido muy curiosos esos dibujos en los que recrean a los adultos como seres de piernas desproporcionadas en relación al resto de su cuerpo. No es más que la expresión pictórica de lo que ellos mismos ven con sus propios ojos, la perspectiva que tienen de los adultos desde su punto de vista.

Ya cuando somos mayores pensamos en divertimentos más elaborados cuando una puesta de sol o un amanecer son dos de los espectáculos más maravillosos que podamos observar. El sonido de la lluvia, el cantar de los pájaros o el romper de las olas en la orilla del mar son cosas a las que no les prestamos suficiente atención. Sólo en algunas ocasiones, como cuando estamos acompañados por alguna de esas personas especiales que provocan en nosotros una feliz calma, es cuando nos detenemos y somos un poco más conscientes de la belleza de la sencillez.

Estas y otras cosas, que tan a menudo pasamos por alto, son las que esconden mayores y mejores momentos de satisfacción cuando logramos disfrutarlas.