Sueños publicitarios

It’s hard. They always do that; as soon as they get what they want, they disappear. They take in front of me time and time again, and i let them. Sometimes I feel so dirty, used. What happened to romantic dinners? Picnics at the beach? Holding hands in the park? A cosy night with DVDs and popcorn? They don’t see me as me. They see me as some sort of toy. Sometimes I just wanna be held at night. All they think about is fuck. And fucking is nice but not 24/7. Women are pigs.

Become a girl toy. There is a Jack & Jones store near you.

El mensaje está claro, ponte esta ropa y será el juguete sexual de las tías, no hay más. Sin embargo, el diálogo del tío me ha resultado curioso y creo al combinarlo con las imágenes y una buena edición de vídeo se consigue llegar hasta el espectador. Se hace extraño que un hombre ande diciendo todas esas cosas cuando normalmente estaríamos acostumbrados a que fuese una mujer. La situación es tan surrealista que logra su objetivo, que el individuo que esté viendo el anuncio sufra un episodio onírico durante el estado de vigilia, dicho de otra manera, comience a soñar despierto imaginándose en la situación en la que se encuentra el protagonista. Pero claro, junto a esta idea va asociada la marca como condición para alcanzar esa fantasía, y ahí es donde la empresa detrás del producto saca su parte lucrativa, es decir, dinero.

Siempre se ha dicho que los que más dinero gastan en publicidad son los que menos la necesitan. Hoy en día, gracias a Internet, las empresas se están ahorrando mucho presupuesto en publicidad porque no sé cómo estará ahora mismo la relación tiempo/dinero en la televisión, pero la red y con un par de herramientas gratuitas en lo único que tienen que gastar es en la agencia de publicidad y poco más. Es un negocio redondo, porque luego serán los propios usuarios los encargados de diseminar su campaña por todo este vasto territorio que es la red mundial, ya sea a través de blogs o redes sociales, el perfecto caldo de cultivo.

La publicidad siempre se ha aprovechado de los deseos, más o menos básicos, que todos poseemos de manera que nos transmite la idea de que consumiendo productos lograremos satisfacer nuestras ansias y, al fin y al cabo, ser felices aunque cada uno a su manera. Esa es la mentalidad de las sociedades del consumismo salvaje y el materialismo enfermizo. Si se lograse hacer lo mismo con la cultura estoy seguro que otro gallo cantaría.

Liberitas ۞ Facebook

Pues sí, he decidido crear una página de Facebook para Liberitas. Si usas esta red social y, además, quieres conocer las últimas actualizaciones de Liberitas desde tu perfil online no tienes más que pulsar en el siguiente botón para conectar con cuenta de Facebook.

También he añadido un plugin mediante el cual se pueden compartir los distintos posts de Liberitas mediante correo electrónico, Facebook, Twitter, Meneame y demás. Tan sólo está visible en la página individual de cada post para evitar saturar la página principal del blog.

El penúltimo día

dayNunca he vivido como si fuera el último día de mi vida, simplemente porque el carpe diem llevado al extremo es tan malo como el pasotismo. In medio stat virtus, quando extrema sunt vitiosa. Por eso prefiero vivir como si fuese el penúltimo día, imitando a Don [E] que siempre que le digo «el último» refiriéndome a un ejercicio él me contesta diciendo «el penúltimo». Me gusta esa filosofía…

Mezclando esta forma de pensar con el hecho de aprender de los errores he decidido poner a funcionar el plugin WordPress Database Backup para que diariamente me envíe una copia de seguridad de la base de datos a mi correo para evitar que vuelva a suceder otro desastre como el de la semana pasada.

En esto como en todo, viviendo y aprendiendo.

I will survive

surviveDespués de perder las tablas de la base de datos sobre los posts y los comentarios, Liberitas ha estado en el dique seco desde el pasado miércoles según creo recordar. Al principio la sensación ha sido de vacío absoluto por haber perdido 4 años de datos, gilipolleces al fin y al cabo, pero 4 años de pensamientos de mi vida. Luego me asaltó otra sensación completamente distinta, el frío de la indiferencia ante la pérdida. En realidad, son datos digitales, porque esos años seguían y siguen estando en mi cabeza, en mi cerebro, y seguirán ahí hasta que alguna enfermedad neurodegenerativa me ataque o alguna lesión neuroanatómica me joda.

Al fin he podido recuperar la base de datos gracias a la ayuda al servicio técnico de mi servidor y el caché de Google Reader y Bloglines. En realidad, si no hubiese podido hacerlo, hubiese usado la caché de Google para recuperar el primer post que fuera el origen de Liberitas cuando estaba en Blogger y empezar de nuevo. Al fin y al cabo, en la vida es igual, porque cuando todo se derrumba lo único sensato que queda es volver a empezar de nuevo.

Otra vez, con el aroma rancio de antes, pero con nuevas y renovadas ganas, Liberitas ha vuelto a arrancar.