Cómo ver (y escribir) caracteres japoneses en Windows XP

Pues muy fácil, oiga. Simplemente vamos al Panel de control, entramos en Configuración regional y de idioma, hacemos click en la pestaña Idiomas y seleccionamos la opción de Instalar archivos para los idiomas de Asia Oriental. Tenemos nuestro CD de Windows XP a mano, lo introducimos cuando lo pida y reiniciamos para completar.

Ahora, en la Barra de Idioma, le damos con el botón secundario encima, luego pinchamos en Configuración, pulsamos en Agregar, seleccionamos Japonés y aceptamos.

Cuando queramos escribir algo en japonés, pulsamos con el botón principal encima del icono de idioma de la Barra de idioma (normalmente pone ES), seleccionamos JP y para poder ver todos los botones correspondientes a este idioma pulsamos sobre la misma barra con el botón secundario y pinchamos en Ajustar la posición de la barra de idioma.

Pulsamos en el icono de Input Mode y seleccionamos según queramos Hiragana, Full-With Katakana, etc. Escribimos la palabra y cuando queramos pasar a la siguiente con un espacio en medio, en lugar de pulsar la barra espaciadora pulsamos la tecla Enter para confirmar la palabra. Luego pulsamos la barra espaciadora y seguimos con la siguiente palabra de la misma manera.

Vaya mierda de navegador

Sabía que el Internet Explorer era una mierda, pero no imaginaba que lo fuese tanto. Acabo de probar a entrar en el blog desde el IE a ver qué tal se veía y cuál fue mi sorpresa que me lo encuentro todo fuera de sitio, la barra de menú de la derecha sobretodo. Por suerte cada vez más gente se está haciendo a la idea de que es hora de cambiar de navegador, es hora de usar Firefox, que no es que funcione igual que el IE, sino que funciona muchísimo mejor y además es gratuito. No hace falta nombrar que tiene menos fallos de seguridad que la opción de Microsoft, ya que el IE es el único queso gruyère que sirve para navegar por internet.

Mi blog es famoso

Acabo de ver el log de accesos del blog y me encuentro con que el blog está en el top 10 de fwsh.com. Lo único que falta es que Google empiece a indexar las páginas de una vez. Por ahora lo que he hecho es crear un redireccionamiento desde la antigua dirección del blog a la nueva dirección en este host, a ver si Googlebot es tan inteligente como para entender la situación.

Por cierto, también he perdido un poco el tiempo traduciendo el blog al español, ya que el template que usaba estaba en inglés y no quedaba muy bien el contenido en castellano y el resto en sajón. Además, he activado el sitema de permalinks, así que no habrá más enlaces tipo "index.php?postid=xxx". Todo con el mismo propósito, que Google indexe el mayor número de páginas posible.

Creative Commons

Debido a últimos acontecimientos he decidido usar una licencia Creative Commons para el contenido en este blog. Para más información, pinchar en el botón en la sección «Meta» en el menú del blog.

Nuevo host

Acabo de mudar el blog a un nuevo host, sin publicidad en la parte superior pero sí en la inferior, aunque en realidad no importa mucho porque es la parte de la página que menos se visita. En este host, a menos que no me haya fijado bien, no tiene límite de tamaño de base de datos, porque en realidad lo que importa no es el espacio web sino la capacidad de MySQL del servidor. La base de datos es lo único que crece en el blog, no el espacio web. A ver qué tal me va, necesito al menos 10 visitas al día para mantenerlo, así que supongo que no habrá mucho problema al respecto.

Lamborghini

Desde el primer momento en que Ferrucio Lamborghini (1916-1993) conocido constructor de tractores, decidió crear una factoría de súper deportivos, su mayor ambición era desbancar a Ferrari de ese trono inconquistable.

Ferrucio fue un gran emprendedor, consiguió parte de su fortuna con algún que otro trabajo un tanto "sospechoso". Era constructor de tractores con motores robados a los coches militares una vez que terminó la guerra. De esta modesta empresa consiguió suficientes beneficios como para comprar un Ferrari.

La leyenda cuenta que todo parte de su descontento con el Ferrari 250 GT que usaba como vehículo personal. Tras una infructuosa reparación de embrague, Ferrucio decidió acudir a la fábrica de Ferrari personalmente para hablar con Enzo Ferrari. Le comentó su problema con el embrague al creador y fundador de la empresa, el cual le contestó que "sólo era un mero ciudadano de a pie, un constructor de tractores sin ningún conocimiento sobre deportivos pura sangre".

Dañado por la arrogante contestación de Enzo, Ferrucio tomó la decisión de construir un deportivo "que funcionase como debía funcionar". Tres años más tarde Lamborghini consigue su propósito con el Miura, para muchos el coche más sexy de la historia de la automoción. Un chasis hecho para albergar en su interior al V12 más potente y descomunal de la época, tanto como para hacer sombra durante años al gigante del "Cavallino Rampante".


Ferrucio con una maqueta del mítico Miura