Pensamiento del día

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Tan importante es saber cuándo iniciar una conversación como cuándo es el momento de terminar con ella.

No esperes, te lo he dicho muchas veces; no esperes, porque te sorprenderás más y te defraudarás menos.

Vivir es una lucha constante entre las ganas de hacer lo que no quieres y debes, y el reto de evitar hacer lo que quieres y no debes.

Pensamiento del día

El color del otoño X

Quiero reclamar mi derecho a poder sentirme mal y poder estar triste; ya está bien de tanto buen rollo y tanto positivismo impuesto.

Es más fácil dudar que preguntar, es más fácil quejarse que ponerle solución, pero lo fácil a menudo no es lo correcto.

Será que me estoy haciendo viejo, o será que me estoy volviendo más intransigente, o que pienso en retrospectiva y fruto de esa comparación me pregunto si en general estamos involucionando.

Nada más

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Tuvimos nuestra oportunidad, pero nunca me llamaste
y por eso empecé a enfriarme,
y empecé a cansarme de este cambio de estación.
Cansado de falsas sonrisas, falsas miradas y falsos besos.

Tuvimos nuestra oportunidad, pero no la sujetaste
y por eso me escurrí entre tus dedos,
y me cansé de este invierno sin calefacción.
Cansado de palabras baratas, excusas baratas y caricias baratas.

Pero cariño, sólo quiero que sepas
que nunca quise regalos ni limosnas sin merecer.
Porque todo lo que quería
era que tú me quisieras
y que tú quisieras que me quedara.

Nada más.

Pensamiento del día

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No te escondas detrás de la excusa de la relatividad, es demasiado barata.

No te compares con nadie, nunca se gana o se pierde por completo.

No aspires a ser el mejor, tan sólo aspira a ser muy bueno.

A separation

DSCN0167Despierto al alba buscándote, presa del miedo, pero te siento a mi lado. No, no fue un sueño; es cierto que estás aquí conmigo, al fin. Creo que te lo he dicho, no lo recuerdo, pero no me importa susurrar con mis labios muy cerca de tu piel, confesando que te he soñado muchas veces.

Eres fruto de mi imaginación, cual Pigmalión moderno, y al fin tus oníricas formas se han hecho carne para yacer junto a mí. Mil instantáneas de los momentos de anoche aparecen de pronto, y se condensan formándote a ti, dibujando una sonrisa de alivio en mi cara.

Pero una sombra se esconde en la claridad del alba: el recuerdo de tu partida. Yo sueño despierto mirándote, pero sé que tu despertar hará que te marches, que te vayas de mi lado sin seguridad de cuándo, cómo o dónde volveremos a conversar con ojos callados y suspiros elocuentes.

No debo dejar que el puñal de la incertidumbre atraviese mi pecho, aunque siento su helado filo apoyado sobre mí. Te miro, desnuda, en busca del recuerdo ardiente que me regalaste entre sombras con la esperanza que derrita el hielo de esta hora tan fría.

Aún no te has ido y ya te echo de menos. Que Morfeo se apiade de nosotros.

 

Cuando el blanco te mira a los ojos

DSCN0171Sientes esa presión en el pecho, no sabes bien por qué o no quieres pensar por qué. Te está mirando, impasible, inamovible, no te juzga pero te sientes observado. Está frente a ti, puedes mirar a otra parte, darle la espalda, pero sientes que sigue ahí, no te evita. Cuando vuelves a mirar no se ha marchado, ni se ha movido un ápice. Tiene garras, y tiene dientes, o tal vez sólo ojos y nada más. No te espera, o te desea, no lo sabes muy bien. Tiene lo que tú le quieras dar, explícito o subrepticio.

Es un muro, es un abismo, es un mar, es un espacio infinito o un redil de paredes imaginarias. Lo es todo, y es nada. Está a tu disposición, se ofrece a ti sin condiciones, o te exige un pago, quiere todo o nada, sin negociación. No lo pienses, déjalo fluir, deja que beba de ti y se empape de ti. Deja que mane, o deja que se seque, pero deja algo, sí o sí.

No tiene conciencia, usa la tuya, es como un parásito, o una simbiosis, pero depende únicamente de ti. Eres tú, y aunque tú puedes ser con su ausencia, su presencia te hace más tú. No le des más vueltas, empieza y sólo tú sabrás cuándo acabar, o cómo acabar.

Escribe.