Inteligencia emocional

el color del otoñoTodos tenemos problemas, es inherente a la naturaleza humana, pero debemos tener suficiente control sobre nosotros mismos como para no exteriorizarlos de manera hiriente. Nadie merece pagar por los problemas de los demás, y si haces que alguien sufra por tus problemas es que algo falla en ti, la capacidad de ponerte en la situación de la otra persona, tu inteligencia emocional.

Debes reconocer que tus dotes sociales dejan mucho que desear, los hechos lo confirman aunque no lo quieras ver. Quiero que comprendas [si es que eres capaz] que estoy cansado, derrotado, y no pienso tirar yo sólo de este carro. Cada vez son menos las razones que me quedan para luchar por esto, y tú eres la persona responsable de ello. La pena y la rabia se entremezclan cuando pienso en lo que haces y cómo eres.

Lo único que me queda es agradecerte el haberme recordado por qué tomé mi decisión.

Problemas

problemHubo una época mágica hace tiempo,
una época mágica sin problemas conocidos
en la que era un niño llevado de la mano.
Un inocente niño, un ciego inocente.

Ahora todo cambia rápido, cambia demasiado
y las complicaciones y los problemas desaparecen.
la tensión se ha aliviado, no hay marcha atrás,
parece que no hay carretera para volver.

Pero entonces, los signos nos relatarán
aquellos tiempos cuando nos conocíamos.

Debemos recordarlos ahora, quizás muy tarde,
cómo ser niños otra vez, vivir sin odio,
Mirar a nuestros pies y comenzar a andar,
sin sentido ni dirección, pero sin problemas.

Así que ahora toca eliminar los problemas,
recordar todo lo que los sabios nos dijeron.

Por qué no volver otra vez, una época sin problemas,
usando nuestros corazones, no nuestras cabezas,
regalando amor, a todo el mundo, las estrellas y el sol
amar al amor, una nueva época sin problemas.

Ese momento para mí

Los días pasan rápido.
Me parece que no somos realmente libres.
Algunas cosas no deberían importar tanto
y algunas nunca deberían ser.
Pero un día me mirarás.
Tendremos momentos, dos o tres.
Mantenme cerca de donde corres para ocultarte,
nunca seré difícil de encontrar.
Tan sólo tómate tu tiempo
y guarda ese momento para mí.

He llorado

tearsCuando era pequeño apenas lloraba, sólo cuando me hacía daño de verdad o mis padres se cabreaban conmigo. Recuerdo que cuando murió mi abuela materna no lloré, no sé por qué razón, la quería muchísimo pero no salió de mí. Tendría 8 años más o menos, y no viví muy de cerca su enfermedad porque no me dejaron ir a verla al Hospital ni a su funeral.

Sin embargo, recuerdo las veces que he llorado, las puedo contar con las dos manos y me sobrarían dedos. No es que me dé vergüenza hacerlo, es simplemente que tengo que estar muy jodido para soltar una lágrima. Las muertes de mi abuelo materno, abuelo paterno y abuela paterna, esas sí que las lloré, porque me cogieron ya de mayor y sabía qué estaba ocurriendo, viví todo el proceso.

A éstas le tenemos que sumar las dos veces que me has visto llorar por ti, y ya te digo, no me avergüenzo porque han sido lágrimas desde el alma. Sin embargo, aún queda otra más y fue esta mañana mientras iba a trabajar. Me dio rabia, no por considerarme débil ni nada de eso, es una estupidez eso de que los hombres no lloran, sino porque tenía miedo de sufrir un accidente de lo nublada que tenía la vista. No me hubiese gustado nada acabar en el fondo de la presa de Tahodio, que si tuviese agua pues tampoco pasaba nada porque sé nadar, pero es que está completamente seca. Bueno, a lo mejor juntando las gotitas que brotaban de mis ojos hubiese conseguido formar un charquito simbólico…

Para terminar de completar la situación, me tocó recorrer el trayecto desde el aparcamiento hasta la puerta bajo la llovizna que estaba callendo. Vaya estampa más poética, el cielo y yo llorando los dos.