Y después…

Extrañamente me siento bien, incluso con todos los desatinos y el examen… Me siento bien, tranquilo, sereno… Bien. Me siento bien porque no tengo nada que reprochar. Siento que todo está bien, conciencia tranquila… Nunca me ha dado miedo ser descartado, a que me echen, no me da miedo bajarme del tren porque en el fondo sé que alguien me recogerá y me volverá a llevar. Amigos, siempre ahí. Los que no están, que se vayan, no me importa. El apoyo de los que me quieren siempre me arropará, sé que no es una ilusión porque ya lo han demostrado.

¿Te quedarás? ¿Te irás? Querría irme contigo si tú lo quieres. Si no lo quieres, tendré que hacer la maleta y marcharme. Si me echas junto con mis cosas por la ventana daré gracias que la caída no es tan grande. Recogeré lo mío y me iré, no sin antes dejarte en la puerta una lagrimita, una nada más.

Ahora que estoy fuera del camino me he encontrado con dos viejos amigos, mi soledad y mi conciencia. Y allí, hablando solo con los tres, hemos decidido volver a andar el camino juntos. Si es que la buena compañía nunca está de más, ¿verdad?

The war within

Te busco y no me encuentro… Eres a la vez maldita y bendita, eres mi incertidumbre. Te odio y te necesito, eres parte de mí y no puedo evitarte. Siempre apareces para poner un toque de interés en mi vida, pues las cosas fáciles no son interesantes, ¿verdad? En silencio discutimos tú y yo, nunca nos llegamos a comprender, y es a lo que todos aspiramos. Nadie se puede entender a sí mismo, esperamos conocernos un poco al menos, unos más y otros no tanto.

¿Cuántos años llevamos juntos? Sí, hace una semana cumplimos la veintena más un año desde aquel día que nos conocimos. Jamás llegaré a entenderte y nunca conseguirás comprenderme. Sin embargo, nuestra existencia juntos es interesante, porque eres inquieta, nunca tienes suficiente, la curiosidad te puede. Algo te conozco, son muchos años, y los que nos quedan por venir espero que sean igual de productivos o más.

A veces aparecen en el camino rompecabezas un tanto extraños y difíciles, ¿verdad? Sin duda, pero todo laberinto tiene su salida, o si no, ya nos encargaremos de fabricarla nosotros. Siempre me lías, pero te quejas de que te complico la existencia. En realidad nos gustan los retos, confiésalo. ¿Qué tienes entre manos? Lo sé, pero qué le vamos a hacer. Las cosas no son tan simples como parecen, y no he tomado una decisión aún sólo porque no sé cuál me parece más acertada. Claro, ninguna es acertada, así que estamos apañados…

Da igual, tú y yo, estamos juntos queramos o no queramos, así que por lo menos la soledad no será tan amarga si tengo a alguien con quien poder conversar. Pero si lo sabes, ¿por qué quieres que lo diga? De acuerdo… ¿Ya estás contenta? Me lo imaginaba. En silencio hablamos tú y yo, y eso es lo que más me gusta, que nadie más puede escuchar nuestras conversaciones, cuando me pongo a divagar o cuando estás discutiendo conmigo.

Eres mi arma más poderosa, y eres quién me quita y me da la libertad. Eres quien soy… Mi mente.

Automatismo

cuán grácil sensación el desconcierto que me provocas siento la incertidumbre apoderarse de mí una lucha continua contra la duda oh sí nunca nada seguro estás segura yo tampoco mientras escribo recuerdo y siento momentos tú en la cama me miras te miro qué ojos más bonitos tienes y tus labios me gustan vaya que sí tan carnosos tengo ganas de besarlos me dejas hacerlo no pregunto mejor lo hago y si me tienes que reprochar hazlo mientras saboreo mi preciado botín hueles bien me gusta tu perfume quiero que estemos los dos solos tú y yo nada más así me siento libre no me censures ya lo hago yo por los dos tantas cosas que decir no me dices nada quieres decirme algo no lo dices quieres algo no lo expresas dímelo yo lo hago por qué tú no no te obligo en absoluto pero tengo la extraña afición no la curiosidad de saber siempre más y más no lo puedo evitar por eso quiero saber de ti no pretendo hacer nada malo con mis conocimientos no temo expresarme lo hago y listo luego vienen las consecuencias tú eres la consecuencia de mis actos y mis palabras ha servido para algo te sientes bien o mal yo me encuentro perfectamente a veces sí pero otras triste por qué no lo sé bueno sí lo sé pero no sé cómo decirlo me faltan palabras sabes recuerdo a Ulises con esto de la escritura automática no me gusta escribir sin signos de puntuación las frases pierden sentido alguna vez lo han tenido tú siempre en tu línea me gusta pero no me gusta cambiarías lo harías por mí no sé si quieres o lo temes es normal igual que cuando pensabas que jugaba no me gusta jugar con nadie ya lo han hecho conmigo y me he sentido fatal no quiero que te pase lo mismo y por eso no lo hago no me temas yo no te temo no me retienes me aferro como un náufrago a un trozo de madera para no ahogarme en el mar de la monotonía no me molestas te disfruto sí lo paso muy bien contigo tengo ganas de estar contigo solos los dos no sé tú no sé qué quieres nunca me dices y no lo sé temo no saberlo nunca tengo esperanza es lo último que se pierde es el único bien común a todos los hombres hasta aquellos que lo han perdido todo la siguen manteniendo gran frase y cierta además tengo mis esperanzas puestas en ti te molesta ay siempre vuelve a mí el miedo no quiero agobiar pero no quiero perderte otra vez vuelve a mí la sensación de incertidumbre no sé qué piensas no me lo dices navego por mis pensamientos como James Joyce gran escritor y gran libro qué te regalo no tengo ni idea estoy pensando pero lo omito porque es una sorpresa a lo mejor no acierto como acertaste conmigo eso no puede ser me asusté te lo dije creo que no pero tenía ganas de tener ese libro sí es cierto una nota en el libro vaya sorpresas quieres yo quiero placeres recuerdo en la noche cómo tú y yo sí lo recuerdas pero no me lo dices hermética en tu línea la delgada línea siento que me he perdido una parte de ti no te conozco reconozco pero qué puedo hacer tiempo al tiempo lo sé sinceridad con omisiones verdades a medias ninguna mentira infeliz no ignorante y feliz es verdad mientras más sabes peor te sientes no me quiero trabar paranoias que siempre me surjen lo sé puedo cansar me lo dirás espero que sí no quiero que me abandones a la deriva náufrago otra vez dónde estás yo aquí y tú con quién me importa algo pero no mucho la curiosidad siempre está ahí nada libertad claro que sí pero quieres eso no sé si lo piensas realmente nunca me dices qué dices claro yo también vaya consuelo pues sí a veces me conformo con poco me marco pequeñas metas a lo mejor ésta es demasiado grande da igual lucho más dura la batalla más dulce la victoria poquito a poco a saco no bueno a veces pero con estilo no se me va esa frase a veces elegante claro pero debo estar inspirado no leas esto que escribo es una tontería lo leerás no creo no espero que lo leas da igual puedes hacer lo que quieras mi alma ya está vendida al mejor postor cuánto pagarías por ella no sé si lo harías nunca me cuentas tu línea y tú y yo y mis tonterías por qué escribo no lo sé tal vez para tener alguna válvula de escape no no no es para que lo leas en realidad siempre lo he hecho para mí por si alguna vez vuelvo a leerlo y recuerdo no claro que no lo necesito te recuerdo siempre aunque no tenga ayuda externa para acordarme te la regalé para que conservases algo mío es poco es una tontería ya te regalaré algo por tu cumpleaños mejor lo dejo ya que como le coja el gusto voy a acabar por cansar verdad nunca me dices y por eso tengo esta incertidumbre

Y aquí sigo

Escribiendo palabras, una tras otra, pero no pasa nada, ¿verdad? Tan sólo son letras…

Yo sigo aquí, pocas veces me he marchado, ¿pero tú dónde estás? No te encuentro a mi lado, ¿a dónde te has ido? Este vacío que siento… ¿Acaso eres tú la culpable? Te vas, pero no quiero perderte. No te veo, pero quiero sentirte. ¿Me imaginas, piensas en mí, me recuerdas? ¿Soy yo el que irrumpe en tus momentos de soledad? Perdona, no te quería molestar, es sólo que… Da igual, sigo tan egoísta como siempre. Hay cosas que nunca cambian…

Siento haber aparecido así, mejor te dejo tranquila, tienes cosas que hacer. ¿Irresponsable? Lo sé, tendría que estudiar. Luego empiezo, de verdad, pero primero permíteme contemplarte. No quiero pensar que es la última vez que lo haré, pero el miedo inconsciente esta ahí, siempre acechando detrás de las sombras.

¿Quién soy? ¿Qué soy para ti? ¿Qué me hace destacar respecto a los demás? Muchos te pretenden, y no sé si tus labios prueban otros labios que no sean los míos, no sé si tu piel roza a otra piel que no sea la mía. ¡No lo sé! ¿Lo quiero saber? Prefiero vivir feliz en la ignorancia. ¿Libertad? ¿Te pertenezco? ¿Me perteneces? No lo sé…

Es verdad, ya me voy, no te molesto más. Despedidas, siempre despedidas amargas e incertidumbre. ¿Cuándo te volveré a sentir? ¿Cuándo me permitirás volverte a sentir? Recuerda que yo sigo aquí… Sin duda, muy pocas cosas cambian…

Easy conversation…

No sirvo para las conversaciones superfluas, es por eso que prefiero el silencio. A muchas personas les molesta estar en compañía y estar en silencio, les incomoda no tener conversación. Hay veces en las que no es necesario decir nada, mejor callar que romper la magia del silencio, no decir nada que no sea más bello que el silencio. En silencio…

En silencio llego a ti y tú a mí, conversando, con una relación íntima y etérea, menos sólida que las palabras pero con más sentimiento. En silencio te miro y me miras, nos miramos y sentimos cómo la quietud nos rodea y nos humedece los labios. No hace falta hablar, pues mi beso calla a tu beso y así, callados los dos, caemos en una laguna de silencio y pasión, donde no resuenan los ecos de nuestros corazones exaltados.

En silencio, de noche, compartiendo tu lecho, movidos por el vals de nuestras caricias y besos. Te miro a través de la oscuridad, siempre tan callada, y siento cómo tu mirada se clava muy dentro. Sólo tenemos la noche, una noche nada más, para saborearnos en silencio y despertar luego junto a ti, mientras duermes y te contemplo sin hacer ruido. Eres tan bella cuando duermes… Tal vez porque estamos en silencio y nos observamos, yo calladamente y tú a través de tus párpados cerrados.

Debemos separarnos, he de irme y tú te quedas, ¿o tal vez soy yo el que permanece mientas te alejas? La distancia se alza entre los dos irremediablemente. Cada despedida es un amargo bocado de realidad que interrumpe mis sueños más placenteros junto a ti. Sólo queda para mí el consuelo de poder rescatarte cada noche, mientras me vigila la oscuridad, y volver a estar junto a ti, en silencio.

¿Pero qué me pasa?

A veces me pregunto «¿pero qué me pasa?». Escribo cosas que no debería escribir, que deberían estar guardadas en un cajón de mi pensamiento. No pretendo dar publicidad a todas las cosas que pienso y siento, es sólo que necesito escribirlo. De vez en cuando aparecen frases bonitas, interesantes, pero intento mirarlo desde un punto de vista objetivo y pienso «pero qué empalagoso soy». ¿Lo soy? No sé si lo soy con seguridad, sólo sé que lo que siento es real, y lo que escribo también lo es. Vale, hay cosas que las imagino pero, ¿lo que imaginamos no es real? Es real en mi cabeza, lo imagino y creo que es real, así que puedo afirmar que para mí lo es.

Son esos momentos de somnolencia, que abren esa pequeña grieta en el muro de contención y dejan escapar pensamientos sueltos que se van entrecruzando y plasmando en estas líneas. ¿Las imagino, nacen de la nada, o ya existen en mi cabeza como un compendio de personas, situaciones y lugares? Vaya, parece que no todo es imaginación, que tú existes y no te he creado. Tengo sueño, demasiado sueño como para estar aquí escribiendo, así que iré a la cama con la esperanza de imaginarte, o más bien, rescatarte de la marea de mis pensamientos.