Intrusistas escatológicos

shameDefeco sobre los intrusistas, esos que realizan técnicas propias de la Fisioterapia sin tener un título para ello, sólo un trozo de papel que dice que saben hacer tal o cual terapia, expedido por quién sabe qué entidad que posee quién sabe qué tipo de acreditación para tal fin. Pero sobre todo defeco sobre esos fisioterapeutas que se dedican a dar cursos de ese tipo, es decir, formando intrusistas que luego son contratados en puestos que corresponden a fisioterapeutas por menos dinero. Luego son esos intrusistas los que dan mala fama a una terapia porque simplemente carecen de formación adecuada en anatomía, fisiología o biomecánica, tres pilares básicos. Ya el colmo es cuando se hacen pasar por fisioterapeutas o rehabilitadores o todo esa lista de pseudónimos que suelen colgar en sus puertas, cuando en realidad no merecen respeto alguno.

Shame on you, motherfuckers!

Añoralgias

Copiando a los grandes maestros, les robo el título de este post. «Añoralgias» es una combinación de añoranza y nostalgia, pero yo le he dado una vuelta más proponiendo la mezcla de añoranza y algia [dolor en el argot médico]. Es aplicable a esos momentos que recordamos situaciones, personas o cosas del pasado y que nos provocan un dolor, no tanto físico como en el alma.

trompoAyer me pasó algo parecido, cuando recordé mi infancia y aquellos años de inocencia, cuando dibujábamos en la plaza con tiza para jugar al trompo, mi abuelo enseñándome a lanzarlo y a recogerlo en la mano, o aquellas veces que usábamos aquel agujero como gongo para los boliches. También me acordé de las partidas al frontón en la pared del túnel, o cuando jugábamos al fútbol en la calle de arriba y usábamos la puerta del garaje como portería.

Las veces que fuimos al terreno de abajo con una lata de aceite vacía, que luego colocábamos pegada a las piedras con un trozo de tomate dentro para cazar algún lagarto. Cuando cogíamos un globo y el cuello de una botella de plástico azul para hacer unos gori-gori [tirachinas improvisados] para lanzarnos los conguitos del árbol. O el palo de la escoba rota que me dio mi abuelo para hacer un tirachinas con unas trabas y unos elásticos.

mazinger zY luego pensé en los chiquillos de ahora, que no salen de sus casas porque están con el ordenador, con la consola o simplemente viendo la tele. Yo a su edad jugaba a las cartas con los colegas en la plaza a grito de vido y siete, y ellos ya están quedando unos con otros para follar mantener relaciones sexuales. A la edad que ellos empiezan a ver películas porno yo estaba enganchado a los Caballeros del Zodiaco. Y no soy tan viejo, sólo soy de la quinta del 84.

A lo mejor antes no éramos tan espabilados como los de ahora, pero por lo menos teníamos una infancia DE VERDAD.

El sexo sentido

No, no me he equivocado de título. No quise decir el sexto sentido, quiero decir lo que se lee tal cual. Esto viene a cuento porque el otro día [R] me dijo que había tenido el mejor polvo de su vida. Brasileña, cuerpo de escándalo y 70 € la media hora.

En fin…

Algo pasa en el cementerio

zombieEn el cementerio de San Lázaro, allá por tierras canarionas, está sucediendo algo extraño: la fosa común donde tiran los restos de las operaciones, las lápidas rotas y los cuerpos que nadie va a reclamar es noticia.

Seguro que hay algún tipo de secta necrofílica que se dedica a colocar los cuerpos en genuflexión, con el culo empopado. O a lo mejor estoy dando ideas, quién sabe… Lo único que sé es que la policía ha acordonado la zona con bendiciones del cura del pueblo para evitar que los muertos se levanten cual simples zombies.

Seguiremos informando.

La estúpida necesidad de la conversación superflua

silenceA veces tengo temas de escritura que me surgen de pronto y tengo que apuntarlos para que no se pierdan en el torrente de pensamientos que tengo en la cabeza. Luego pasan horas, días y hasta semanas en los que cada vez que abro la sección de escritura del WP los veo expectantes y siento que me observan. Sé que quieren que los rellene de palabras, pero es que tengo que encontrar el momento y la situación adecuados para ello, y ahora es uno de esos momentos.

Hay mucha gente que se siente incómoda en el silencio, dos personas sin dirigirse la palabra es una situación violenta para algun@s. Por ejemplo, estás en el ascensor con alguien, independientemente de que lo conozcas o no, y siempre alguien tiene que sacar un tema de conversación tipo «qué calor que hace hoy» o «pues sí que tarda». ¿Es que no son capaces de permanecer un minuto en silencio, que es lo que tarda el ascensor desde el piso 0 al 4?

O estás sentado en un banco en el parque, observando el césped o mirando las formas de las nubes en el cielo, y de nuevo ocurre la interrupción, porque a esa persona no le gusta el silencio o bien cree que debe romperlo. No, señores, cuando hay silencio se debe respetar. Parafraseando un poco, hay silencios muy elocuentes, y nunca debes decir nada que no sea más bello que el propio silencio.

Siempre está ahí esa estúpida necesidad de comenzar una conversación superflua, sólo para sentirnos bien o porque creemos que así se sentirá mejor la otra persona. Es verdad que a veces peco de ahorrador en cuestión verbal, pero es porque no creo que sea necesaria una sucesión de oraciones que no hacen más que interrumpir el silencio, un momento de paz y meditación.

¿En qué piensas? Pues pensaba en [V], en que me gustaría rasgar su ropa y hacerle el amor salvajemente, como un animal en época de celo, o suave como la brisa de verano a la orilla del mar. ¿Qué? Eres un… Bueno, es que creía que querías saber en qué estaba pensando. ¿Ves como a veces no es bueno interrumpir el silencio?