Bueno, no es exactamente una gata aunque sean familia, es una irbis / onza / leopardo de las nieves / gatopardo [snow leopard in English].
Amor a voluntad
¿Cómo se puede controlar el enamorarse o no de una persona? Me parece una tontería, o te enamoras o no, no hay manera de decidir sobre ello. De todas maneras, partimos de la base de que el amor es un invento humano, una definición lingüística a una emoción basada en cambios bioquímicos internos. Si los animales pudieran hacer lo mismo, ellos también nos dirían que están enamorados, porque también sufren los mismos cambios fisiológicos.
¿Es posible el control voluntario de la secreción hormonal y el resto de sustancias del organismo? Creo que se escapa de nuestra competencia. Lo único que podemos hacer es cambiar la interpretación o, incluso, negar los cambios que sentimos cuando nos enamoramos de alguien, pero nada más allá. Las respuestas fisiológicas seguirán estando ahí, queramos o no.
Tal vez mi enfoque romántico de esta emoción me ciegue a la hora de hablar de ella, pero es que ni se puede estar enamorado a medias ni se puede decidir estar o no enamorado. De todas maneras, es sólo mi opinión.
Everybody loves Herman
Herman es un gigante alemán, mide cerca de 1 metro y pesa casi 8 kilos, y es todo un campeón. Ah, perdonen, me olvidé mencionar que es un conejo. En esta foto sale con su dueño, Hans, todo orgulloso él de su «pequeño» amigo. Lo que más me gusta de Herman son sus patas de peluche, ¡se sale!
Belleza
Me apiado de todas esas chicas que se obstinan en pesar X kilogramos porque quieren estar acordes a los cánones de belleza, ¿pero quién se encarga de especificar qué es bello o no? ¿Los modelos? Si eres de personalidad lábil y crees que los tíos y tías que salen caminando por la pasarela representan la belleza, ¿entonces los pobres niños de somalia son el summum? ¡Anorexia al poder! No, los maniquíes no son los indicadores. ¿Los diseñadores de ropa? Hay tallas para todos los gustos, tamaños, formas y demás variables. Las prendas de vestir no te obligan a tener un tamaño específico porque son ellas las que se adaptan a ti y nunca al contrario.
Si no es la moda, ¿son los medios de comunicación? En la televisión sale todo tipo de fauna: altos, bajas, gordos, delgadas, de nariz ganchuda, orejas de soplillo, tetas grandes, culos pequeños… En las revistas hay más de lo mismo, variedad y más variedad, cada persona a su estilo. ¿Los anuncios para adelgazar? Yo los escucho pero sé que no hay métodos milagrosos, como no haga más ejercicio la barriguita que me está saliendo no va a desaparecer por sí sola, ni tampoco voy a quitarme esas cartucheras, ni voy a levantar las nalgas fláccidas y mucho menos reafirmar los pechos caídos.
A ver si nos enteramos, la verdadera belleza no está frente a nuestros ojos. No voy a entrar en el típico tópico de "lo bonito está en el interior" porque todos sabemos que no es así. Cuando estás en la terracita de verano y ves pasar a alguien no te atrae porque tenga sentido del humor o le gusten los libros de Agatha Christie. El componente sexual es lo que manda, y no hay nada más que decir, porque a lo mejor a mí me gustan altas, morenas, delgadas y con buenas tetas, pero al colega de al lado le gustan bajitas, gorditas y pelirrojas. Luego los cánones de belleza se la traen al pairo a nuestro cerebro a la hora de diferenciar una tía que esté buena o no.
La verdadera belleza se encuentra a nivel anatómico, a nivel fisiológico, a nivel celular… Tu retina recibe el estímulo visual, porque ella está frente a ti con ese vestido, el pelo suelto y sonriéndote. El impulso nervioso viaja por la red neuronal y tu hipotálamo te dice que te gusta muchísimo, que no has visto nada tan bello y esto llega a los oídos de las glándulas suprarrenales que empiezan a soltar adrenalina a borbotones. La placa neural de tus músculos comienza a recibir las descargas de los nervios motores y casi sin darte cuenta ya estás rodeándola y dándole un beso apasionado.
Eso es la belleza, la compleja obra de arte que somos cada uno de nosotros, y olvídate de todo lo demás.
El error nocturno
Much@s creen que el mejor momento para realizar el acto sexual es durante las horas nocturnas, pero nada más lejos de la realidad. Es por la noche cuando se registran los menores índices de testosterona, la cual influye directamente sobre el deseo sexual [libido]. Lo que pasa es que tenemos un tradición de causa empírica que no nos hemos parado a refutar.
Las razones para la conducta sexual nocturna pueden ser por el hecho de que es cuando los niños están durmiendo, o bien coincide con el único momento del día en el que la pareja se encuentra o son las horas de "caza" en las que puedes pillar a otra persona de fiesta y puedes empatar una cosa con la otra.
Lo dicho, menos nochecita y más actividad diurna.
Mitos mosquiteros
Esto me pasa por dejar la ventana abierta y no poner la cortina delante… Uno o dos mosquitos han entrado en la habitación y me tienen frito, los muy cabrones. Antes maté uno de un manotazo pero creo que hay más por ahí esperando a cogerme desprevenido. Son tan buenos los jodidos que saben dónde picar, en los capilares y en justo en la zona de la piel que se encuentra entre dos receptores sensitivos [nociceptores imagino]. Por eso no te enteras cuando están trabajando a no ser que se posen sobre alguna zona con vello o pasen con el típico ruido al lado de tu oreja.
No se crean esas leyendas populares acerca de estos chupópteros. No señores, los mosquitos no van al calor ni van a la sangre dulce ni nada de eso. Son unos pequeños vampiros hijos de puta, miopes casi cegatos para más señas, y que se guían por las emanaciones de `CO_2` [dióxido de carbono] de los seres vivos.