Hoy he visto a Totoro en una película de Pixar, qué extraño… La historia es la siguiente:
John Lasseter es fan de toda la vida de Hayao Miyazaki, así que supervisa el doblaje al inglés de «El viaje de Chihiro».
Hayao Miyazaki decide visitar el cuartel general de Pixar, así que se presenta allí con una reproducción gigante de la cabeza del «Gatobus» que aparece en su película, además de un concept art de «El castillo errante de Howl» firmado y dedicado.
Por si fuera poco, Pixar pide a los Gipsy Kings que se marquen una versión rumbera de la canción «You’ve Got a Friend in Me» para amenizar los créditos de la película. Esta gente no deja de sorprender…
Por cierto, la película no es una obra maestra pero está muy bien realizada y es para toda la familia, desde el nieto al abuelo. Estos sí que saben cómo diversificar su nicho de mercado.
La primera vez que escuché esa palabra fue hace muchos años, era niño, y nunca busqué su significado aunque conocía el sentido por el contexto en el que usaba. Una quimera, además de ser un animal mitológico, es una invención, una ilusión, algo imaginado que se cree como real o alcanzable pero en realidad no lo es.
La cuestión es que recientemente he visto una frase que decía lo siguiente:
Que es preferible nadar en quimeras que esperar en la orilla
He de confesar que me sonaba de algo, así que echando mano de Google he dado con el origen: es un verso de la letra de una canción del compositor, cantante y músico madrileño Quique González, Ardiendo a un clavo, canción editada únicamente en un disco compilación titulado Cantautores, la nueva generación.
Ahora no sé si tendré que esperar el eclipse de luna
La última copa en el último bar o el veneno de lluvia
Un taxi libre o quizás invitar a beber a la rubia
O disfrutar de la virginidad de una página en blanco.
Y si me agarro a tu aplauso, como ardiendo a un clavo
Si me aferro al brillar de tu risa
Que sostenga un cigarro encendido en mis labios
Si no tengo billete de ida
Aún no he podido arrancarme la lanza que abrió mi costado
Dicen que sólo camino los que por mi sombra se han guiado
Aún no comprendo cómo los bomberos han tardado tanto
En sofocar el fuego que ambos provocamos.
Y si me agarro a tu aplauso, como ardiendo a un clavo
Si me aferro al brillar de tu risa
Que sostenga un cigarro encendido en mis labios
Si no tengo billete de ida
Ya sé que es fácil decir no dobles jamás la rodilla
Que es preferible nadar en quimeras que esperar en la orilla
Que una marea consiga dejar dormidas las ideas
A los que crecimos en la misma escuela.
Y si me agarro a tu aplauso, como ardiendo a un clavo
Si me aferro al brillar de tu risa
Que sostenga un cigarro encendido en mis labios
Si no tengo billete de ida
Que sostenga un cigarro encendido en mis labios
Si no tengo billete de ida
No voy a hacer una crítica musical de la canción, es simplemente que ese verso me ha animado a escribir este post. No creo que nadar en quimeras sea preferible a estar en la orilla, sobre todo porque la quimera, por definición, no es real sino un simple espejismo creado por nuestra mente basándose en nuestros anhelos y que no trasciende más allá del dominio de la imaginación. Sobra decir que la acción de nadar en ella no es más que una representación metafórica del hecho de creer en la quimera en cuestión.
Basándonos en esto, partimos de la idea que esa persona no es consciente de la propia naturaleza de la quimera, que verdaderamente piensa que es real y por lo tanto se aventura a creer en ella. Si realmente llegase a saber que se trata de una ilusión esta revelación negaría la propia existencia de la quimera y, por lo tanto, imposibilitaría el hecho de creer en ella. Vivir en un sueño conlleva ciertos riesgos, como el despertar de él para comprobar que en realidad era todo producto de la imaginación.
Entonces, ¿es preferible estar empapado de falsas ilusiones o permanecer estático en la realidad? Ni tanto ni tan poco, porque tan perjudicial es creer en fantasías como estar anclado a la espera de algo sobre lo que no tenemos certeza de su llegada. Al final no sería más que otra quimera, como las olas que llegan a la orilla y que nos mojan los zapatos mientras miramos al horizonte en busca de alguna señal.
Personalmente prefiero estar seco y pasear por la orilla; a veces entre aquello que ha arrastrado la marea encuentras cosas interesantes.
«Lady (Hear Me Tonight)» es el single de debut del duo de house francés Modjo, escrito e interpretado por el productor Romain Tranchart y el vocalista Yann Destagnol, publicado en 2000.
Lady, hear me tonight,
‘Cos my feeling is just so right.
As we dance,
By the moonlight.
Can’t you see, you’re my delight
Lady, I just feel like
I won’t get you outta my mind
I feel love for the first time
And I know that it’s true I can tell by the look in your eyes
Es una canción de house que utiliza un sample de guitarra de la canción «Soup for One» del conocido grupo de disco y r&b Chic, por lo que Nile Rodgers y Bernard Edwards, los creadores de la original, también aparecen en los créditos de la canción de Modjo como escritores.
Fue el único número uno de Modjo en Reino Unido, posición en la que se mantuvo durante dos semanas. El single incluía la versión original de la pista además de una versión acústica, ambas interpretadas por Modjo.
«Thinking of you» es una canción escrita y producida por Nile Rodgers y Bernard Edwards y como muchos de sus éxitos fue creado sobre las bases rítmicas de sus famosos arreglos de guitarra y bajo. Fue publicada como un sencillo por el grupo Sister Sledge en 1984 y se convirtió en un éxito en Reino Unido, aunque originalmente fue grabado para su álbum de 1979 We Are Family.
Everybody let me tell you ‘bout my love
Brought to you by an angel from above
Fully equipped with a lifetime guarantee
Once you try it, I am sure that you’ll see
(Without love)
There’s no reason to live
(Without you)
What would I do with the love I give
(All my lovin’)
To you I’ll be giving
And I promise, yes I’ll do, as long as I’m living
I’m thinking of you and the things you do to me
That makes me love you, now I’m living in ecstasy
Hey, it’s you and the things you do to me
That makes me love you, now I’m living in ecstasy
All the time he makes me glad that I’m alive
Together we will survive
And what do you think brought the sun out today
It’s my baby, oh, help me sing
(Without love)
Without love there’s no reason to live
(Without you)
Oh, what would I do with the love I give
(All my lovin’)
To you I’ll be giving
And I promise, yes I’ll do, as long as I’m living
I’m thinking of you and the things you do to me
That makes me love you, now I’m living in ecstasy
Hey, it’s you and the things you do to me
That makes me love you, now I’m living in ecstasy
I’m in love again
And it feels so, so good
Hey, it’s you and the things you do to me
That makes me love you, now I’m living in ecstasy
Yeah, it’s you and I
(You and the things you do to me)
(That makes me love you)
That makes me love you, oh
(Now I’m living in ecstasy), oh
It’s you, you, you, yeah
(And the things you do to me)
(That makes me love you)
That makes me love you, hey, hey
(Now I’m living in ecstasy)
(You and the things you do to me)
Let me tell you ‘bout the stars above, yeah
(That makes me love you, now I’m living in ecstasy)
Man I love
It’s you, yeah, yeah, yeah
(And the things you do to me)
(That makes me love you)
That makes me love you
(Now I’m living in ecstasy)
That makes me love you
(You and the things you do to me)
Just keep on doin’ what you’re doin’ to me, hey
(That makes me love you, now I’m living in ecstasy)
Oh, it’s ecstasy
It’s you, you, you
(You and the things you do to me)
(That makes me love you, now I’m living in ecstasy)
Oh, it’s you, you, oh
(You and the things you do to me)
(That makes me love you, now I’m living in ecstasy)
Posteriormente, Paul Weller hace una versión de esta canción en su álbum de 2004 Studio 150 que personalmente encuentro deliciosa.
Recientemente he descubierto esta otra versión a cargo de Monday Michiru con ritmos más latinos que me ha parecido muy curiosa.
Por cierto, lo siento por los vídeos, sobre todo los dos primeros, pero lo importante es que no le hagan mucho caso a las imágenes y se queden con el sonido en sí.
«Aquí va la despedida. Aquí se quedan los guapos y nos marchamos los buenos».
Esa fue la jota que José Antonio Labordeta dedicó a todos los presentes en el Parlamento el día que se despedía de la Cámara Baja. Con nosotros se queda su recuerdo y aquella canción de sueños de libertad.
Muchos sabores que en nuestra infancia captamos como desagradables luego se descubren como agradables. Como las olivas aliñadas. O el queso roquefort. O el whisky, que me sabía a colonia en mi juventud. Son sabores complejos, difíciles de desentrañar por papilas gustativas poco experimentadas. El sabor a fresa o a naranja es agradable por sí mismo, pero los sabores que yo defiendo son aquellos sabores que poseen una parte repugnante junto a otra, mucho más sutil, que nos resulta infinitamente más deliciosa. ¿Entiendes ahora que la edad sí que influye para comprender o percibir ciertos asuntos? Tú eres demasiado joven y alocado para entender algunas cosas: cuando tengas mi edad me darás la razón.