Por favor disculpa a mis ojos porque buscan el mar donde no debería estar, y al ver el sol tras el cristal me hacen pensar que hará calor. Igual que pienso en quién era yo para ti y para mí, y cómo, tan falto de todo y nada, confundía lo que había entre nosotros con el amor. Tenías mis latidos a tu merced, a veces clavados como punzadas, cuando me hacías pensar que llegaba el final. Otras, como tormentas con truenos, cuando querías volver a entrar, y yo siempre te dejaba. Y te decía que siempre habría sitio para ti, incluso cuando no lo había, pero yo lo buscaba, desechando otras cosas sólo para hacerte un hueco en mi corazón. Si sabes que sólo quiero nadar en tu mar y acabo siendo un barco varado entre dunas. Si sabes que sólo quiero bañarme en tu calor y tan sólo eres dolorosamente fría. Aún mis ojos sueñan con un amor, ¿quién no lo hace cuando tu compañía es ausencia? Dime... Dime por qué, ¿por qué siempre confundes mis ojos?
Pensamiento del día
Me gusta que me soprendan, pero no que me engañen.
No creo en los fantasmas pero, como cualquier persona sensata, les tengo miedo.
Llega un momento en el que maduras y ganas la autoconfianza suficiente como para aceptar tu cuerpo.
El contrato
Escuchas el redoble de tambores, ruido conocido largo tiempo atrás. En tu pecho una tormenta, golpear violento de un corazón indomable ante la imagen anhelada de la belleza. Ella, siempre es ella, endiosada figura vestida desnuda bajo la mirada del deseo. De pronto, sacudidas recorren tu cuerpo despertándote de la hipnosis por sus formas. Un olvidado péndulo que de pronto oscila rítmico, se detiene, regresa, para de nuevo repetir su paseo. ¿Amor? Tal vez, o tal vez no lo sea, sólo pasión. ¿Realmente importa en este momento? Cuando dos bocas firman un contrato nadie asegura su duración, tan sólo se desea que no acabe.
Pensamiento del día
Resulta cansado tener que actuar según lo que se espera de ti en lugar de como tú quieres.
No es sano renunciar a ser quién eres por estar con otra persona.
Hay personas que son buenas mientras creen que pueden sacar algún provecho de ti.
No es nada fácil
Que sepas que no es nada fácil cuando despierto de madrugada con frío, temblando en la cama. Y al girarme te huelo, y en la oscuridad te tiento para calmar lo que siento, pero es sólo tu olor en mi almohada. Que sepas que no es nada fácil cuando a mi lado te veo pasar y un silencio helado me hace callar. Y quiero poder decirte que tienes razón, que soy cobarde, sin agallas, por no animarme a tan sólo dejarme llevar. Que sepas que no es nada fácil no mirate, tan lejos y tan cerca cuando tan sólo ayer besaba tu nuca. Porque aún perdura el recuerdo sobre mis labios, aquellos besos mudos, de cuando nos unimos en el nudo de quien al fin encuentra lo que busca. Que sepas que no es nada fácil arrancar del pecho la esperanza apostando todo o nada a la ausencia. Para luego darte cuenta que esa presión que tanto aprieta no abandona, se aferra a la puerta y más se clava como una lanza. Pero supongo que tú ya lo sabes, que no es nada fácil... Sentir.
Debí llorar
Canción original del dúo de compositores cubanos Giraldo Piloto y Alberto Vera, versionada por Silvia Pérez Cruz y Javier Colina Trio.