No quiero seguir actuando, pero debo seguir fingiendo que todo está bien y no pasa nada. Estoy muy lejos, demasiado lejos de ti a pesar de estar a tu lado.
Querría decirlo cada día con la esperanza de que mi verdad esté más cerca de tu verdad.
Pero aunque quiero sé que no puedo, o más bien no debo hacerlo, o tal vez imagino fronteras sobre qué se espera de mí. Sólo estoy seguro de ese nudo en la garganta que no me deja cantar cuando escucho esas canciones.
Otra vez está sucediendo, ¿pero cómo lo voy a evitar? Supongo que otra vez me tocará ver pasar una ilusión tras la alambrada que separa lo que se quiere y lo que se debe.
Y mientras, en mis ensoñaciones, imaginar que no estamos en esta sala de espera, que nos dé igual que todo el mundo vea todo lo que nos queremos decir y hacer.
Si pudiera decirte que me encantaría que fuera así…
Pero mi indecisión guarda este secreto, porque nunca seré tan valiente como para hacer lo que quiero y debo a la vez.