Uno no elige a sus seguidores, son ellos quienes tienen la libertad de elegirte a ti.
La buena compañía es aquella con la que puedes estar sentado a su lado sin hacer absolutamente nada y, sin embargo, te parece el mejor plan que podrías tener.
Si aceptas que se trata de una pérdida de tiempo y que no tiene solución satisfactoria para con tus intereses te será mucho más fácil sobrellevar la derrota, y la indiferencia te mostrará que en realidad se trata de una gran victoria.