Siempre había exigido de las mujeres, a las que amara, espiritualidad e ilustración, sin darme cuenta por completo nunca de que la mujer, hasta la más espiritual y la relativamente más ilustrada, no respondía jamás al logos dentro de mí, sino que en todo momento estaba en contradicción con él; yo les llevaba a las mujeres mis problemas y mis ideas, y me hubiese parecido de todo punto imposible amar más de una hora a una muchacha que no había leído un libro, que apenas sabía lo que era leer y no hubiese podido distinguir a un Tchaikowski de un Beethoven; María no tenía ninguna ilustración, no necesitaba estos rodeos y estos mundos de compensación; sus problemas surgían todos de un modo inmediato de los sentidos. Conseguir tanta ventura sensual y amorosa como fuera humanamente posible con las dotes que le habían sido dadas, con su figura singular, sus colores, su cabello, su voz, su piel y su temperamento, hallar y producir en el amante respuesta, comprensión y contrajuego animado y embriagador a todas sus facultades, a la flexibilidad de sus líneas, al delicadísimo modelado de su cuerpo, era lo que constituía su arte y su cometido. Ya en aquel primer tímido baile con ella había yo sentido esto, había aspirado este perfume de una sensualidad genial y encantadoramente refinada y había sido fascinado por ella.
Hermann Hesse. El lobo estepario
Pensamiento del día
Hay quien usa las trampas como única manera para poder optar a la victoria.
A veces la presencia de una persona puede marcar la diferencia entre sufrir su compañía y disfrutar su ausencia.
Culpar a todo un género por tu incapacidad para mantener una relación adulta es una estupidez; aún así, muchas personas se justifican día a día de esta manera.
A este lado del corazón
Hace frío a este lado del corazón y en estas condiciones imagino sueños en los que abunda el calor, o traigo al presente recuerdos de tiempos pasados, no estoy muy seguro.
Placeres fatuos adornan la piel de su preciado cuello al igual que un colgante luce cuentas de coral y ámbar mientras sus recuerdos recluidos en una prisión de hierro cumplen sentencia tras los duros barrotes de su mirar. No son más que marcas de deseo y lujuria tan banales que sólo satisfacen el hambre pero no al paladar, como trofeos de eróticos juegos y privados bailes en los que dos cuerpos desnudos danzan en horizontal. Pero como si un gran mago lanzara un sortilegio extraño entonces comienza a derretirse la coraza de hielo y esa mortaja de lino por el tiempo sucio y ajado permite entrever algunos secretos guardados con celo. Como un milagro el hierro y el acero ya no son metales, agradable y untuoso surge su calor de algún lugar como la lava que brota y fluye del volcán que al fin late cuando tras eternos eones de nuevo ha de despertar. A pesar que el agua tal vez se vuelva frío y duro hielo o si en mineral y roca la lava se vuelva a tornar o acaso un negro abismo guarde muchos y oscuros secretos la urdimbre del gran telar que es el tiempo no cesa su andar. Todas las horas nos parecen viejas al mirar el reloj cuando esperamos que esa estrella vuelva otra vez a brillar. Y es que cansada está de regalar su agradable fulgor y a cambio sólo desilusiones y mal trato encontrar. Ese lucero del alba adornará de nuevo las noches cuando algún astro dichoso logre a su corazón sanar y consiga borrar de su luminosa faz el reproche que sólo la verdadera pasión puede hacer olvidar.
Igual que si se tratase de un bálsamo o un hechizo, la pasión puede hacer sanar ciertas heridas.
Pensamiento del día
Pensamiento del día
Pensamiento del día
Las clases prácticas siempre son más divertidas que las teóricas.
A veces simplemente te das cuenta de lo que es más adecuado para ti; hazte caso.
Si alguien se justifica ante ti sin tú haber pedido explicaciones realmente lo hace porque tiene algún sentimiento de culpa y simplemente desea sentir que tiene su conciencia tranquila.