En realidad, el vaso siempre está lleno, nunca vacío.
Piensa que hoy eres lo más viejo que has sido en tu vida y lo más joven que jamás podrás volver a ser.
Contrariamente a lo que dice la creencia popular, el sueño perdido nunca se recupera; si un día duermes poco y al siguiente duermes mucho más esto se debe principalmente al cansancio.
Hoy me he despertado algo aburrido y me he puesto a perder el tiempo haciendo otra tontería que tiene que ver con esta frase:
Señor, dame serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, coraje para cambiar las cosas que puedo cambiar y sabiduría para reconocer la diferencia.
La escuché o la leí hace ya bastante tiempo, y he podido ver otra variante que en lugar de «coraje» pone «valor». Afortunadamente son sinónimos, así que no he tenido que darle muchas vueltas a la cabeza a la hora de elegir una u otra palabra.
Después de andar pensando en el asunto me he dado cuenta que no me satisfacía demasiado el diagrama de flujo así que lo he vuelvo a plantear de otra manera más acorde a lo que considero que debería ser un proceso de toma de decisiones en el que interviene la sabiduría.
Es muy sencillo mirar de piel para afuera; lo realmente complicado es saber ver lo que hay debajo.
Muy a menudo el amor es ciego; otras veces simplemente sufre daltonismo.
Las personas fueron creadas para ser amadas y los objetos para ser usados; el principal problema hoy en día es que los objetos son amados y las personas son usadas.
No soy de tomar café, de hecho cuando me dicen de quedar para tomar un café suelo tomar más bien un té o un refresco sin gas. Sin embargo, a veces me he visto obligado a tirar de la cafeína in extremis para poder mantener mi cerebro despierto. Paradójicamente, ahora que tengo sueño es cuando de pongo a pensar en el café y surgen ocurrencias.
Cosas que buscamos en el café:
El café tiene que estar caliente.
El café nos tiene que excitar.
Si encontramos un café bueno, apetece tomarlo cada día.
El café debe oler bien.
A veces nos gusta que el café nos ponga nerviosos.