Nadie es infalible, ni tan siquiera esas personas en las que más confianza depositas.
A veces llega un momento en el que de pronto te das cuenta que ciertas compañías no son buenas para ti.
Cuando estás con alguien y sientes que estás perdiendo el tiempo y que además no compensa para nada el esfuerzo, es entonces cuando tienes que tomar una decisión.