La lluvia trae consigo muchas historias, tan sólo hay que saber escucharla.
Sólo mirando de dónde vienes puedes comprender por qué te encuentras aquí; ya luego podrás decidir hacia dónde te quieres dirigir.
Si quieres llegar a la superficie primero debes soltar el lastre que te hunde; si quieres despegar antes has de deshacerte del exceso de peso; si quieres navegar entonces tienes que librarte de lo que te ancla.