Las promesas son como las dietas, es fácil hacerlas pero difícil mantenerlas.
Dicen que todos merecemos una oportunidad pero a partir de la segunda ya es momento de empezar a plantearse ciertas cosas.
Todo el mundo tiene problemas; algunos buscan soluciones para ellos, muy poca gente toma decisiones al respecto y sólo unas cuantas personas las ponen en práctica.