La felicidad está en todas partes, lo difícil es encontrarla.
A veces cualquier pequeño éxito sabe igual de glorioso que una gran victoria.
Cuando una idea te preocupa y te hace trasnochar no quiere decir que sea realmente importante. Intenta evaluarla desde otra perspectiva, tal vez compruebes que no es tan trascendental como parecía inicialmente y puedas dedicar tus pensamientos a otras cosas más productivas.
Cuando vas a la consulta de un médico tienes que estar verdaderamente preparado para enfrentarte a las anomalías temporales con las que te vas a encontrar. En la sala de espera el tiempo se dilatará hasta límites insospechados ya que cada minuto parecerá toda una eternidad, además que dará igual lo temprano que llegues porque seguramente sobrepasarás la hora a la que tenías concertada tu cita. Una vez hayas entrado a consulta ocurrirá todo lo contrario y el tiempo transcurrirá tan rápidamente que pensarás que sólo ha pasado una fracción ínfima del tiempo que han tardado todos los pacientes que han sido atendidos antes que tú. Al final siempre acabarás con una sensación parecida al jet-lag que te hará llegar a la conclusión que has perdido demasiado tiempo vital a cambio de tan poco tiempo productivo.
Te apañas con la siniestra
Voy un poco más lento de lo normal, mis ideas tienen que esperar por mis dedos…