Pensamiento del día

Bodegón

Tal vez las cosas más sencillas son las que más felicidad nos brindan.

Las grandes ideas son sueños que alguien se tomó en serio.

Antes de abrir la boca deberías abrir los ojos, las orejas y la mente.

Pensamiento del día

Fun_of_Thunder_by_toonfed

Cuando no surgen muchas ideas propias la única solución es copiar las de otros.

Las mayores desilusiones provienen de las grandes expectativas.

Las líneas paralelas tienen mucho en común pero nunca se encuentran; tal vez sea triste pero cualquier otro tipo de líneas sólo se encuentran una vez para alejarse para siempre, y eso sí que es bastante triste.

La habilidad de fluir

Libando néctarLlego tarde y el coche que va inmediatamente delante de mí parece que se ha confabulado con alguna mente maquiavélica para ir más despacio de lo normal y hacerme perder más tiempo. «En vías urbanas con al menos dos carriles se permite el adelantamiento por la derecha» es una salmodia que aparece de pronto ante mí, así que pongo el intermitente y logro cumplir mi objetivo. Ni miro hacia el otro vehículo para comprobar quién va al volante como habría hecho en otra ocasión, ahora mismo mi principal prioridad es recogerte.

Doblo la esquina y ahí estás con tu sonrisa radiante que ilumina de lado a lado la calle. Llego más de veinte minutos tarde respecto a la hora prevista y sin embargo ahí estás, tan pizpireta como siempre y sin un signo de enfado en tu cara. En un abrir y cerrar de ojos, al igual que un obturador de una cámara fotográfica, realizo una instantánea que guardo celosamente en mi gaveta de cosas importantes. Pelo suelto y ondulado, camisa de palabra de honor negra, falda estampada hasta la rodilla y zapatos «peep-toe» que dejan entrever unas uñas pintadas de rojo.

Me detengo, abres la puerta, entras en el coche y nos damos las buenas noches, tú con esa voz cantarina que tanto me encanta. Arrojas una pesada mochila al asiento de atrás y me pides un beso. Si tan sólo pudieras imaginar el esfuerzo que supone para mí controlarme y en lugar de visitar fugazmente tus mejillas descansar mis labios en los tuyos por una eternidad… Sólo por ahorrarme tanto sufrimiento y por infinita piedad me lo regalarías. Me encanta tu olor, porque no llevas perfume alguno sino que esa fragancia que me embriaga los sentidos emana directamente de ti y yo, como la abeja guiada por los efluvios naturales de la flor, adoraría poder libar tu néctar. De pronto siento que mi cara se ha contraído en un rictus que se me antoja como estúpido y tú lo haces notar preguntándome que por qué me río. Ni río ni sonrío, es mi cara de tonto y la culpable no eres sino tú.

Nuestros encuentros fugaces y escasos hacen de cada uno un auténtico acontecimiento para mí, razón para celebrar tu belleza y sufrir tu despedida. Siempre, en cada uno de ellos, ha sido así y será así en este y los siguientes porque, aunque satisfaga mi ansia por estar junto a ti secretamente anhelo ya la venida de las siguientes ocasiones en las que nos veremos y en la negrura de mi abismo interior temo que ésta sea la última vez. No puedo permitir que esta idea oscurezca el brillante halo que nos envuelve así que destierro de mi mente ese último pensamiento.

Hago un esfuerzo sobrehumano para mantener mi vista en la carretera y alejada de ti mientras dirijo mi coche en dirección a la salida de la ciudad. Reconozco que me encanta mirarte a la cara cuando hablo contigo pero ahora, que estoy conduciendo mientras estás a mi lado, confieso que evito de manera deliberada todo contacto visual con cualquier parte de tu cuerpo. El mío, por su parte, siente un irrefrenable deseo por tocarte, besarte, acariciarte, arrancarte la ropa, tirar de tu pelo, morder tu cuello y hacerte mía con pasión desenfrenada, salvaje determinación y, a la vez, sumisa complacencia. No sé si sabes todo esto con certeza, pero con esta habilidad mía de ser tan expresivo siento como si una gran valla publicitaria se hubiese instalado sobre mi cabeza, como esas pantallas que se encuentran en la Bolsa, anunciando las subidas y bajadas del precio de mis acciones.

Nos ponemos rápidamente al día, hablamos de esto y lo otro, y te pregunto a dónde te apetece ir. «Me da igual, a donde tú quieras…» es tu respuesta y de nuevo siento una revolución en mi interior. De ser por mí tendría bien claro a dónde llevarte, a un lugar donde poder hacerte temblar como una rama de junco hueco agitada por el viento. Te ofrezco mi plan alternativo y escasamente eroticofestivo aceptándolo gustosamente mientras en mi mente imagino todas tus formas ante mí, al fin liberadas de toda ropa que pueda ocultarlas.

Charlamos, tomamos algo fresco para combatir el calor que hace ese día, decides invitarme y pagas tú la cuenta, y salimos del local que ya están cerrando. Una vez de vuelta al coche te hago de nuevo la misma pregunta de antes y en esta ocasión me pides ir a algún sitio tranquilo. Confieso que siento algo de nerviosismo al imaginarnos rodeados de íntima oscuridad y trato de disimularlo diciéndote que ya tengo pensado el lugar. Nos montamos en el coche y me dirijo allí hasta que de pronto me pides que me detenga, así que busco un lugar donde aparcar, apago el coche, y comienzo a hablarte. Tú te acomodas en el asiento a mi lado para poder mirarme mejor y de pronto, estando yo totalmente desprevenido, me haces callar de la mejor manera posible.

Entonces sé que esa noche será inolvidable.

Pensamiento del día

Para mostrarte tal y como eres hace falta ser muy valiente.

Muchas locuras han sido desechadas a pesar de tratarse de buenas ideas porque nadie se dio cuenta de su verdadero potencial.

«Vístete con una sonrisa y el mundo te sonreirá»; es cierto y funciona, porque los que no piensen que eres idiota te preguntarán la razón por la cual te estás riendo.

Microrrelatos

logo_smHace un momento me acordé que hará cosa de dos meses participé en el II Concurso de Microrrelatos SMs. He entrado de nuevo en la página y, además de comprobar que no he sido finalista, he podido ver en qué puestos han quedado mis creaciones en base a los votos que han recibido por parte de los usuarios. Se permitía el envío de un máximo de cinco microrrelatos y yo envié cuatro. Todos comienzan igual porque era un requisito del concurso, así como una longitud máxima de 160 caracteres sin contar con el título ni la entradilla, y el número que aparece al lado del título es el puesto en la clasificación final, todos bastante alejados del top 1000. Quizás debería haberlos promocionado más en las redes sociales para ganar más votos…

3457. El diario

Hace tiempo encontré… un diario. Tenía las tapas gastadas por el uso pero ninguna página escrita. Supongo que hay quien tiene miedo de ver sus propios pensamientos sobre el papel.

Me gustaba historia de alguien había tenido entre sus manos un lugar donde poder escribir sus ideas, que lo había manoseado y lo había llevado consigo, pero nunca se había atrevido a dar el paso. Cuando los pensamientos salen de nuestra cabeza para plasmarse en algo físico y nos enfrentamos a ellos cara a cara puede llegar a ser una experiencia inquietante.

2485. Una canción

Hace tiempo encontré… una canción. Nunca antes la había escuchado porque siempre estaba demasiado ocupado, incapaz de comprender la belleza de los pequeños detalles. Era el silencio.

Bueno, esto es una alegoría de los tiempos en los que vivimos, siempre ajetreados de un lado para otro e incapaces de aceptar no hacer nada con nuestro tiempo. Cuando nos detenemos y dejamos que el reloj simplemente siga su camino es entonces cuando nos damos cuenta de infinidad de detalles que se nos pasan por alto y que son realmente interesantes.

2129. Secretos

Hace tiempo encontré… un secreto. Lo mejor de los secretos es secretamente contarle a alguien tu secreto, añadiendo otro secreto a tu lista secreta de secretos. Ahora ya tengo dos.

Este fue el primer envío que hice y no me gusta nada, porque simplemente utilicé un «pensamiento del día» que resumí y adapté sólo por probar a participar en el concurso. Ha sido una sorpresa para mí que haya recibido tantos votos como para colocarse por delante de los otros dos que sí me gustan mucho más que este, paradojas de la vida.

1822. El sentido de la vida

Hace tiempo encontré… el sentido de la vida. Desde aquel momento estoy buscando la manera de olvidarlo.

Dicen que la ignorancia es felicidad, pero una vez que hemos aprendido algo nuestra mente no puede regresar al estado en el que se encontraba. Todos le damos un sentido a nuestra propia vida pero tal vez conocer la verdad absoluta sobre este hecho puede traer consigo consecuencias imprevistas, como la tristeza.

Pensamiento del día

Es cierto que de la reflexión surgen ideas pero no por mucho pensarlas significa que sean buenas.

Si estás cansado de siempre la misma historia plantéate cambiar de estrategia, suele funcionar.

Las únicas situaciones de las que puedes decir que has perdido el tiempo son aquellas de las que no has aprendido nada.