Bueno, oficialmente ya soy otra alma hipotecada, esclavo de un banco. Hoy en día todavía no me hace falta dinero extra para poder pagar la mensualidad correspondiente, pero hay mucha gente que no tiene la misma suerte.
Me hace gracia toda la publicidad de la Vivienda Joven porque, a fin de cuentas, da igual los ingresos que tengas, hace falta tener un colchón económico importante para poder afrontar la compra de una casa. Todos los jóvenes que no tienen dicho seguro económico se tienen que joder y quedarse sin casa en propiedad o vivir de alquiler toda su vida. El Gobierno propone ayudas tan «suculentas» como recortar un 0,5% el impuesto de transmisiones patrimoniales o rebajar un 0,25% el impuesto de actos jurídicos documentados.
¡Gracias al Gobierno me voy a poder comprar una casa! Anda, no me jodas…