Tema original de Roberto Cantoral, versionado por Joan Báez allá por octubre de 1960.
Al preso número nueve ya lo van a confesar,
está rezando en la celda, con el cura del penal.
Porque antes de amanecer, la vida le han de quitar,
porque mató a su mujer y a un amigo desleal.
Dice así al confesar:
Los maté, si señor,
y si vuelvo a nacer,
yo los vuelvo a matar.
Padre no me arrepiento,
ni me da miedo la eternidad,
yo sé que allá en el cielo el ser supremo me ha de juzgar,
voy a seguir sus pasos, voy a buscarlos al más allá.
Ay ay ay ay
El preso número nueve era un hombre muy cabal.
Iba la noche del duelo muy contento a su jacal.
Pero al mirar a su amor en brazos de su rival,
sintió en su pecho el rencor y no se pudo aguantar.
Al sonar el clarín,
se formó el pelotón,
y rumbo al paredón,
se oyó al preso decir:
Padre no me arrepiento,
ni me da miedo la eternidad,
yo sé que allá en el cielo el ser supremo me ha de juzgar,
voy a seguir sus pasos, voy a buscarlos al más allá.