Sermones

SermonCreo que hay mucha confusión por ahí… Vamos a ver, la conduca humana se caracteriza por la variabilidad, es un sistema que interacciona con el medio y, teniendo en cuenta que los acontecimientos externos también son variables, ¿cómo pretendes ser invariable? Bueno, lo serás tú porque eres especial, pero yo no.

Según tú ser optimista es negar lo evidente y creer en fábulas, aún cuando los argumentos son inamovibles y señalan un desenlace claro. Sé cómo va a acabar, ¿o es que tú crees en los milagros? Oye, pues si así es como se define el optimismo tengo que confesar que no lo soy. Creo que confundes la fe irracional con la esperanza.

Al ser racional me veo privado de corazón, todo esto bajo tu punto de vista, claro está. Ser objetivo también me marca como exento de emociones, sentimientos y demás carga afectiva. Pero esto no es así, yo preferiría no tener que prescindir de mis familiares y que no estuviesen enfermos. Sin embargo tienen una enfermedad, conozco las complicaciones y sé que van a morir de ellas. ¿Cuál es el problema? Si tienen que morir de esa enfermedad prefiero que lo hagan lo más pronto posible antes de que el sufrimiento sea mayor, ¿tú no?

La esperanza es lo último que se pierde, es cierto, pero cuando incluso la has perdido, ¿qué te queda? La esperanza la mantuve, pero no puedo negar lo innegable y es que iban a morir. ¿Para qué me voy a engañar? La esperanza no es algo que se agote, es algo que se distribuye; no se entierra.

¿Sabes lo que pasa? Creo que piensas que las etiquetas que cada uno tiene colgadas [como por ejemplo ser optimista] son permanentes y no pueden variar según la situación. Es por eso que eres así… Vaya, ya sé dónde enterré mi esperanza, fue contigo.

Por cierto, hacía ya tiempo que no tenía este tipo de conversaciones «inter-blogales» [vaya palabrota me he inventado] y ahora que se han reanudado saltas con estupideces de este calibre. En serio, eres demasiado cansina y ya estoy yo suficientemente cansado con mis cosas como para aguantar sandeces y sermones sobre gloria, esperanza y demás aspectos de mi vida que te tendrían que dar igual.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.