Ahora mientras me duermo, cayendo en un sueño sin imágenes, pulsa esa cuerda que resuena en el alma y dedícame unas palabras, sólo eso. Miénteme por ejemplo, dime que me quieres, que me amas, que nunca sentiste nada igual por ninguna persona, animal o cosa, animada o inanimada. Sé sincera y dime que me odias, que tu vida va mucho mejor desde entonces y no has vuelto a pensar en mí.
Cuéntame verdades a medias; dime mentiras piadosas o esas que duelen. La verdad no siempre es amarga, así como tampoco siempre es dulce. En la oscuridad que te rodea sólo soy un punto de luz diminuto que brilla sobre la negrura. Cuando las Sombras acosen escóndete en la Luz.