¿Has jugado al Grand Theft Auto: Vice City? Si la respuesta es afirmativa habrás notado que Vice City se parece mucho al Miami de los años 80, tipo Corrupción en Miami. Curiosamente, el nombre en inglés de esta mítica serie es «Miami Vice», prácticamente igual a Vice City.
Las coincidencias no acaban ahí. Después de ver Scarface (peliculón sobre la mafia latina), me he dado cuenta que había muchísimas cosas en común con el videojuego. La arquitectura y la estructura de algunas misiones eran parecidas a la película. En realidad, parece que la historia del videojuego es contemporánea a la película, en la que podríamos imaginar el mismo tiempo y lugar en el que se desarrollan las dos historias.
La banda sonora con el mismo estilo musical que en el film de Brian De Palma, un apartamento escondido en la avenida de la playa donde sucedió la macabra escena de la sierra mecánica en la ducha, con las paredes ensangrentadas y todo; las escenas en el club y los decorados y el diseño exactamente iguales a los de la película, el estilo de baile de Michelle Pfeiffer [como si fuese un maniquí] copiado en los bailarines de las discotecas de Vice City…
Incluso, la mansión de Tony Montana es igual a la del juego, con ese decorado horible negro y rojo. Además, en la última misión del juego, estás en la misma situación que Tony, en tu despacho con montañas de coca encima del escritorio, y luego en la cima de la enorme escalera, tú solo contra los sicarios que han asaltado tu casa y que tienes que defender con armas…
Me gustó la película y me gustó el videojuego… Y para el próximo año, el juego de Tony Montana.