No existen las equivocaciones, existe lo que hacemos y lo que no hacemos. Además, siempre es preferible arrepentirse por lo que hemos hecho que por lo que pudimos haber hecho.
No sé lo qué quieres. ¿Sabes lo que quiero? ¿Sabes lo que quieres? Pues así seguimos, náufragos en el mar de la incertidumbre.