… es parecido a escribir, en algunos aspectos. El papel debe adaptarse al bolígrafo, no el bolígrafo al papel, y no hace falta decir que debe tener tinta en su interior. La mesa debe de tener la altura adecuada, no ser molesta, que te permita disfrutar de lo que estás haciendo.
¿Qué ocurre cuando no funciona? Las ganas de escribir se te van, pierdes la iniciativa, te levantas, coges el papel, lo arrugas y a la papelera. Mira que lo he repetido muchas veces, pero todavía no me lo aplico… «Donde no hay, no busques». Si te empeñas en encontrar algo que no existe sólo te puede llevar a la frustración.