Al final queda mi regalo, ese que tanto he estado esperando para que lo trajesen. Esta mañana lo fui a buscar, no me lo imaginaba así… Sólo espero que te guste. No sé si empaquetarlo o no, pero tranquila, no a a ser como la última vez, no tengo más garrafas de agua vacías, te has salvado. Estás ausente, pero cuando vuelvas ya hablaremos, espero. Esta música no acompaña mucho, aparte de la sensación familiar de somnolecia por la tarde, a ver qué puedo hacer para mantenerme despierto.