Al final decicimos salir anoche para Santa Cruz, Edu y yo vestidos otra vez como el sábado anterior ya que nuestro disfraz tuvo gran éxito. Una botella de Pampelmuse después de llegar, fuimos los tres que habíamos bajado a recorrer las calles. Poca gente en general, cada vez se nota más la ausencia de afluencia y quiero pensar que es por el mal tiempo y no porque la fiesta esté declinando, aunque con todos los quincómanos que se suelen juntar abajo pues… Nos fuimos temprano, a las siete de la mañana, sólo que tuvimos que esperar hasta las siete y media hasta que llegase una 014. La garganta como papel de lija y los pies destrozados, pero nos divertimos y eso es lo que cuenta.